Los túneles que conectarán Torremolinos y Churriana, de 1.250 metros de longitud, estarán listos a finales de mes
Imagen virtual de los pasos subterráneos de la hiperronda en Torremolinos. / SUR
SEGUNDA RONDA
Torremolinos, Churriana y Alhaurín de la Torre están a punto de quedar unidos bajo tierra. Es la fase más compleja de cuantas conforman la futura hiperronda de Málaga, hasta el punto de que su desarrollo marca el plazo de puesta en marcha de la nueva circunvalación de la capital, que unirá el próximo año La Virreina, en el norte de la capital, con el Palacio de Congresos de Torremolinos (21,3 kilómetros). A finales de este mes, los túneles de Churriana concluirán el recorrido que iniciaron el año pasado, al menos en lo que respecta a la obra civil, y quedarán listos para comenzar el montaje del equipamiento necesario para que los coches puedan circular.
Se completa así la segunda fase de excavación, por la cual los dos tubos independientes paralelos, de 1.250 metros de longitud, alcanzan una altura de unos 14 metros, explicaron fuentes cercanas al proyecto. En este espacio se acometerán, a partir de ese momento, las calzadas, con cuatro carriles por cada sentido, el asfaltado y los sistemas de iluminación y seguridad, una fase muy compleja por la necesidad de someterse a la férrea normativa que pesa sobre estas infraestructuras, según las mismas fuentes. El gálibo finalmente será de unos siete metros.
Tubos gemelos
El alto nivel de las instalaciones de seguridad se justifica también por el hecho de que el de Churriana será el mayor paso subterráneo de las carreteras de la provincia, con lo que desbancará al de Cerro Gordo, en Nerja, de 1.080 metros. No obstante, cuando la autopista de Las Pedrizas (AP-46) recupere el pulso de los trabajos, dispondrá de un paso de mayor longitud (aunque de menor capacidad), con casi 1,3 kilómetros, que marcará el límite entre los municipios de Casabermeja y Almogía.
El nuevo paso bajo la sierra cruza en línea recta desde el Palacio de Congresos de Torremolinos hasta Churriana. La boca norte se sitúa junto al vial que da entrada a Alhaurín de la Torre, la conocida como carretera de los pinos, que se ha reformado para permitir el paso de un viaducto que conecta con los propios túneles. La excavación se ha producido mediante medios mecánicos y voladuras. Por la proximidad a urbanizaciones, en este punto sólo se ha permitido trabajar en horario diurno, mientras que en el resto de tramos se trabaja también de noche, fines de semana y festivos incluidos, para llegar al final con el menor retraso posible. La fecha inicialmente prevista era el 31 de diciembre de este año y el Ministerio de Fomento ya ha reconocido que no se podrá cumplir.
El Gobierno justifica el retraso por las mejoras que se han introducido en el proyecto inicial, con el aumento de tres a cuatro carriles en la mayor parte del trazado. De hecho, sólo en el trazado entre Puerto de la Torre y La Virreina tendrá tres viales.
Respecto al resto de tramos, las fuentes consultadas destacaron el buen ritmo de las obras, con todos los puentes ya construidos, a excepción del que permitirá el acceso a la capital en La Virreina. Se trabaja en paralelo en los cuatro sectores en que se desgajaron los trabajos, con miras a su posible inauguración a mediados del próximo año.
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