jueves, 19 de noviembre de 2009

Reactivan el expediente para derribar las obras ilegales en el monte de San Antón (SUR)

Pese a que lleva varios años construyendo edificaciones en un suelo que está catalogado como no urbanizable, la Gerencia Municipal de Urbanismo ha decidido ahora emprender los trámites para devolver la legalidad a los terrenos en los que se asienta la casa del promotor ruso Vladimir Davidovich Beniachvili, en la zona del monte de San Antón. Así lo aseguraron ayer fuentes de la Gerencia Municipal de Urbanismo, que explicaron que hace tres semanas que se ha reactivado el expediente sancionador para esta finca, en la que se ha seguido construyendo pese a las órdenes de suspensión dictadas por el Ayuntamiento.
Según las fuentes, hasta el momento no se ha podido derribar edificación alguna de manera subsidiaria porque cuando iban a hacerlo, el propietario había construido encima otra planta que también era ilegal y para la que había que iniciar otro proceso. «Vamos a unificar las órdenes de demolición en una sola y se va a realizar un seguimiento policial para evitar que se sigan realizando construcciones en el lugar», anunciaron. Según apuntaron, este promotor ruso -que a principios de esta década iba a realizar un centro hispano-ruso en la zona de San Antón que finalmente fue paralizado por la Junta de Andalucía- ha edificado unos 1.600 metros cuadrados de forma ilegal.
Además, Urbanismo no descarta volver a llevar el caso a la Fiscalía de Málaga, que lo archivó en 2007 al entender que el delito urbanístico que se denunciaba había prescrito.
Voluntad
«El Ayuntamiento tiene una voluntad clara de que no haya obras ilegales en la ciudad», aseguraron desde la Gerencia, si bien reconocieron que harían falta muchos más medios para poder controlar todo lo que se construye de forma irregular en el término municipal. «En muchas ocasiones se trata de casas que están en terrenos a los que es muy difícil acceder», dijeron.
Así, recordaron que en las últimas semanas se han llevado a cabo varias demoliciones de obras ilegales como el cerramiento de la planta baja diáfana de un edificio, unos bolardos en la vía pública, la estructura de una vivienda en Campanillas y un garaje en una casa de Guadalmar. En este último caso, el propietario fue quien demolió lo realizado el mismo día en que Urbanismo tenía previsto llevar las máquinas para proceder al derribo.

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