La consejera insta al alcalde a que «dé un paso adelante» y compense a los dueños del suelo para desbloquear el plan
07.05.2010 -
Rosa Aguilar y María Gámez a la izquierda, y Francisco de la Torre y Juan R. Casero, a la derecha . :: PEPE ORTEGA
La aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga se mantiene bloqueada a la espera de que el Ayuntamiento de la capital y la Junta de Andalucía lleguen a un acuerdo sobre la adquisición de los terrenos de Arraijanal. La solución parece no vislumbrarse ya que las posiciones de ambas administraciones se mantienen inalterables a tenor de lo que ayer manifestaron el alcalde, Francisco de la Torre, y la consejera de Obras Públicas y Vivienda, Rosa Aguilar, tras inaugurar la remozada estación de autobuses de Muelle de Heredia.
El Gobierno autonómico defiende que debe ser el Consistorio el que compense con aprovechamientos urbanísticos a los propietarios privados de estos suelos situados junto a Guadalmar y donde el ejecutivo regional pretende levantar un gran parque metropolitano. Desde la Casona del Parque, sin embargo, se sostiene que si se hace esa operación de compensación la Junta obtendría un ahorro de unos 200 millones de euros y, por ello, debe contraprestar el esfuerzo que hace la ciudad con inversiones y fondos europeos.
Para Rosa Aguilar la pelota para desatascar el plan se encuentra en estos momentos en el tejado municipal y por ello instó al equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento a que «dé un paso adelante» y acuerde con los dueños de las 53 hectáreas que componen este terreno (la mayor parte de este sector está en manos de la constructora Vallehermoso) una compensación. Ésta, a su juicio, debe pasar por trasladar los aprovechamientos urbanísticos a los que tienen derecho los dueños a otros puntos de la ciudad. Una resolución «fácil, sencilla y pronta» y que se convertiría en la llave para que el PGOU se haga realidad.
Francisco de la Torre, por su parte, sostuvo que debe haber sentido común y posturas razonables por ambas partes para superar el escollo en que se ha convertido Arraijanal. «Lógicamente debe haber un equilibrio de esfuerzos por ambas administraciones para poder presentar un documento presentable y defendible», indicó.
Advertencia
Diferencias de criterios que llevaron a la consejera andaluza a lanzar una advertencia al Consistorio. «No tiene sentido que el Ayuntamiento reclame ni aprovechamientos ni compensaciones económicas en un suelo que no es suyo y que tiene propietarios. Sólo quiero un paso adelante del Ayuntamiento para aprobar el PGOU y ese paso adelante significa que no quiera sacar aprovechamiento económico de una propuesta que es buena para la ciudad. La mayor rentabilidad que el Ayuntamiento saca de Arraijanal es que de verdad sea un parque que disfrute la ciudadanía malagueña; tener un parque es un valor añadido para la ciudad y cuando hay un valor añadido y un gran proyecto que la Junta va a realizar para esta ciudad, el Ayuntamiento debería de arrimar un poco el hombro», dijo.
A renglón seguido, aseguró que la Junta de Andalucía no quiere «polémicas» y que el Gobierno autonómico es «el primer» interesado en que el PGOU de Málaga se apruebe de manera inmediata. A ese respecto, manifestó que el compromiso de su consejería (la responsable de dar la aprobación definitiva al Plan General) es que «haya celeridad» en dar luz verde a un documento que lleva casi seis años de confección y tramitación.
El regidor de la capital también mostró su confianza en que el Plan General puede aprobarse provisionalmente antes del verano como es su pretensión. En este sentido, Francisco de la Torre recordó, en declaraciones a los periodistas, que en la reunión mantenida el pasado día 28 de abril en Sevilla al más alto nivel entre el Ayuntamiento y la Consejería de Obras Públicas y Vivienda se acordó la celebración de encuentros técnicos para consensuar un texto definitivo que pueda ir «sin ningún problema» a la aprobación provisional del Consistorio en un pleno y a la definitiva por parte de la Junta.
El gran escollo
Arraijanal, el último terreno sin urbanizar del litoral de la capital, se ha convertido en el último gran escollo para que Málaga cuente con un PGOU que sustituya al de 1997. La revisión del plan ya ha sufrido destacadas vicisitudes y retrasos. Entre ellos, cabe recordar que los actuales propietarios de estos terrenos ya manifestaron a principios de año que quieren una valoración de los suelos por encima de los coeficientes medios recogidos en el plan como plantean la Junta y el Ayuntamiento, por lo que será otro inconveniente a resolver entre las tres partes involucradas en este caso.
En este sentido, el nuevo delegado de Obras Públicas y Vivienda en la provincia, Enrique Benítez, afirmó hace unos días en una entrevista con este periódico: «Si existe el consenso de que va a haber un parque metropolitano en Arraijanal, lo primero que habría que hacer es rebajar las expectativas de los actuales propietarios sobre la compensación que van a recibir por esos terrenos».
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