El grupo municipal advierte del riesgo de incendio por la acumulación de basura
R. GARRIDO / MÁLAGA | ACTUALIZADO 04.02.2011 - 01:00
El abandono generalizado que presenta el conocido como parque forestal Ciudad de Málaga ha hecho perder la paciencia al grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de la capital que ha advertido que pedirá a expertos de la Universidad de Málaga que realicen un estudio detallado sobre la situación real en la que se encuentra y sobre el éxito de la reforestación que se llevó a cabo hace ya casi ocho años ante la insistencia el equipo de gobierno del PP de que el recinto está "en perfecto estado".
Lo que más preocupa a la portavoz del PSOE en el Consistorio malagueño, Begoña Medina, es la gran cantidad de basura que se acumula en el parque forestal que se construyó en la cuenca baja del río Guadalmedina para evitar que posibles riadas inundaran la ciudad. "La zona tiene un riesgo de incendio patente y queremos que se acometan de forma urgente actuaciones que pongan fin a esta situación", dijo la edil.
Botellas, escombros y todo tipo de residuos fue la estampa que aseguró haberse encontrado ayer la concejal socialista en la visita que realizó a este espacio situado al norte de la ciudad de unas 380 hectáreas en las que se plantaron unos 248.000 árboles en 2003 por parte de la extinta Confederación Hidrográfica del Sur.
La dejadez a la que se ha visto sometida el parque forestal desde que el Ayuntamiento de Málaga se hizo cargo de su mantenimiento en 2005 ha provocado que "apenas un 5% de los ejemplares plantados haya logrado sobrevivir y resistir a las duras condiciones a las que han estado sometidos por falta de cuidados y riego", tal y como este periódico ya publicó en octubre del año pasado.
Como ya exigió el grupo municipal socialista en el Pleno del pasado mes de noviembre en un moción que fue rechazada por el equipo de gobierno del PP, Medina advirtió que seguirá insistiendo para que el Ayuntamiento comience un proceso de certificación de la gestión forestal del parque para "garantizar que su conservación se adecue a los criterios internacionales de sostenibilidad".
Desde que el parque forestal fue inaugurado en 2003, ninguno de los 85 depósitos y sistema de tuberías que se instalaron en las 380 hectáreas para regar algunos de los ejemplares plantados en la reforestación durante los primeros años ha funcionado nunca. Eso motivó que únicamente los árboles más fuertes y los más aptos para este tipo de suelo han conseguido mantenerse. Los pinos carrascos son los que mejor se han adaptado, al igual que las especies alóctonas que no son originarias de la zona y que tienen la capacidad de extenderse con facilidad con el riesgo de alterar el hábitat natural de las que sí son de aquí.
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