El inmueble ha recuperado la entrada original al claustro y contará con un gran mural sobre la fachada de las salas polivalentes.
I. GUERRERO. VÉLEZ MÁLAGA Algo más de dos años han tenido que pasar para que el Convento de Santiago, conocido popularmente por los ciudadanos de Vélez Málaga como el de San Francisco, luzca una nueva imagen en su interior y recupere accesos y detalles que había perdido con el paso del tiempo.
La Junta de Andalucía y la Comunidad Franciscana han invertido, al 50 por ciento, 1.200.000 euros en la rehabilitación de un inmueble centenario que se localiza en el casco histórico de la ciudad y que fue declarado Bien de Interés Cultural de la capital axárquica en 2004 por la Administración andaluza.
Ayer por la tarde se inauguraba el convento y sede canónica de muchas cofradías de Vélez Málaga con la asistencia del delegado de Cultura de la Junta de Andalucía en Málaga, Manuel Jesús García; la alcaldesa de Vélez, María Salomé Arroyo; el delegado de Turismo y ex alcalde de esta ciudad, Antonio Souviron, y el ministro provincial de los Franciscanos en Granada, Severino Calderón; entre el centenar de asistentes entre portavoces de grupos políticos, empresarios, cofrades y vecinos. En la reforma integral del complejo se ha recuperado la entrada al interior del convento por un acceso desde la plaza de San Francisco, como originariamente era, junto a la puerta principal de la iglesia. En este área se ha instalado un ascensor que da acceso a las plantas superiores donde se encuentran las viviendas de los frailes.
El salón de las Juventudes Franciscanas (JUFRA) se ha convertido en un gran salón polivalente. En su fachada mayor hacia el claustro el artista veleño Francisco Hernández pintará un mural para conmemorar el 500 aniversario de la fundación de la Comunidad Franciscana.
En la planta baja se han rehabilitado los techos de las dos salas polivalentes que han surgido de la nueva distribución del espacio en los que se aprecian bóvedas de arista y viguerías de madera.
En la planta alta se han restaurado las pinturas exteriores y se ha descubierto un escudo conmemorativo del primer centenario franciscano. En la iglesia, las capillas del Huerto y del Buen Pastor, se han limpiado.
I. GUERRERO. VÉLEZ MÁLAGA Algo más de dos años han tenido que pasar para que el Convento de Santiago, conocido popularmente por los ciudadanos de Vélez Málaga como el de San Francisco, luzca una nueva imagen en su interior y recupere accesos y detalles que había perdido con el paso del tiempo.
La Junta de Andalucía y la Comunidad Franciscana han invertido, al 50 por ciento, 1.200.000 euros en la rehabilitación de un inmueble centenario que se localiza en el casco histórico de la ciudad y que fue declarado Bien de Interés Cultural de la capital axárquica en 2004 por la Administración andaluza.
Ayer por la tarde se inauguraba el convento y sede canónica de muchas cofradías de Vélez Málaga con la asistencia del delegado de Cultura de la Junta de Andalucía en Málaga, Manuel Jesús García; la alcaldesa de Vélez, María Salomé Arroyo; el delegado de Turismo y ex alcalde de esta ciudad, Antonio Souviron, y el ministro provincial de los Franciscanos en Granada, Severino Calderón; entre el centenar de asistentes entre portavoces de grupos políticos, empresarios, cofrades y vecinos. En la reforma integral del complejo se ha recuperado la entrada al interior del convento por un acceso desde la plaza de San Francisco, como originariamente era, junto a la puerta principal de la iglesia. En este área se ha instalado un ascensor que da acceso a las plantas superiores donde se encuentran las viviendas de los frailes.
El salón de las Juventudes Franciscanas (JUFRA) se ha convertido en un gran salón polivalente. En su fachada mayor hacia el claustro el artista veleño Francisco Hernández pintará un mural para conmemorar el 500 aniversario de la fundación de la Comunidad Franciscana.
En la planta baja se han rehabilitado los techos de las dos salas polivalentes que han surgido de la nueva distribución del espacio en los que se aprecian bóvedas de arista y viguerías de madera.
En la planta alta se han restaurado las pinturas exteriores y se ha descubierto un escudo conmemorativo del primer centenario franciscano. En la iglesia, las capillas del Huerto y del Buen Pastor, se han limpiado.
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