sábado, 21 de marzo de 2009

La ciudad vertical más allá de la seguridad aérea (Málaga Hoy)

La Escuela de Arquitectura aboga por abrir un debate sobre los rascacielos

El director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Málaga, José Ramón Moreno, invitó ayer a entrar en las consideraciones patrimoniales, funcionales y financieras que tienen los rascacielos en una ciudad para decidir, a partir de esa reflexión previa, el diseño de la ciudad del siglo XXI.

El primer aspecto que cree que se debe tener en cuenta es el impacto paisajístico que producen las grandes torres para, seguidamente, analizar las consecuencias funcionales, porque "frente a la ciudad extensa que distribuye el hacinamiento, aquí se concentra un problema genérico que se entiende que el diseño arquitectónico resolverá". El tercer elemento es el financiero, puesto que se produce "una sobreexplotación del territorio que aumenta las plusvalías". A estos tres conceptos se debe sumar la reflexión "sobre el momento en que nos encontramos", porque por ejemplo ahora la sostenibilidad prima sobre otros parámetros.

Moreno reconoce que esta es la primera vez que se plantea este asunto en las grandes ciudades andaluzas, de ahí que entienda imprescindible que exista "consenso político y ciudadano porque es algo delicado". "Todas las ciudades del siglo XXI tienen derecho a plantearse si deben tener hitos en altura que embellezcan y sean simbólicos y puede que las torres sean realmente esos hitos urbanos". Desde este punto de vista entiende que una ciudad "innovadora como Málaga" no debe "tener miedo a esto pero debe haber antes un debate ciudadano para que la ciudad asuma estos proyectos como buenos, propios e importantes".

El presidente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, el malagueño Carlos Hernández Pezzi, también se expresa en esta línea, aunque es mucho más expresivo cuando habla de que el diseño arquitectónico de una ciudad no debe hacerse "a golpe de convenio". "Las torres no pueden plantearse a salto de mata, allí donde caen y hay un convenio".

Hecho este matiz, y aún cuando no ve precisamente con simpatía las torres proyectadas en la parcela de Repsol, Pezzi defiende que hay que construir "donde se pueda" con densidad, de modo que la ciudad no se extienda por todas partes. Por tanto, las edificaciones de gran altura no son, desde su punto de vista, un elemento a "minusvalorar".

Por otra parte, Hernández Pezzi entiende que las consideraciones que pueda hacer Aena al PGOU responden a normas internacionales sobre seguridad aérea "tienen que ser tenidas en cuenta en todo caso". Además, recuerda que "las administraciones municipales suelen las menospreciar normas relacionadas con el impacto acústico del tráfico aéreo que después generan grandes problemas ciudadanos".

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