Los afectados vinculan la situación con el agua que se filtra desde el colector de Ronda
Filtraciones de las aguas que proceden del colector de aguas residuales de Ronda están convirtiéndose en un grave problema para algunos vecinos de la zona Los Molinos del Tajo, situada debajo de donde desemboca la instalación. El líquido sale directamente a los terrenos que forman una pendiente sobre un grupo de casas, cuyos inquilinos temen que se pueda producir un desprendimiento. El pasado martes una pequeña torrentera levantó la alarma al quedarse la tierra desplazada a pocos metros de una de las casas rurales.
En total son cinco las construcciones afectadas. Uno de los vecinos afectados quiso hacer pública la preocupación existente, puesto que si bien los hechos se han puesto en conocimiento del Ayuntamiento, que ha desplazado a la zona a varios técnicos, el tema sigue sin solucionarse y se mantiene el peligro de desprendimiento. Ellos piden la instalación de unos tubos que eviten que el agua llegue directamente al terreno y provoquen que la tierra se reblandezca.
Uno de los afectados, Joaquín, dijo que el desprendimiento del martes le causó un "tremendo" susto. "A mi edad no estoy para subir hasta la zona del colector, menos mal que había unos jóvenes y con su ayuda pudimos parar el agua por distintos sitios y arreglar de momento el problema", relató. "Desde el Ayuntamiento me dicen que se va a arreglar el tema pero nos encontramos con un primer problema que es que no se conoce la propiedad de los terrenos por los que discurre el colector", por lo que la actuación para canalizar esta agua se complica.
El tema fue tratado en el último Pleno municipal, donde se informó de que se estaba trabajando en solucionar el problema.
Filtraciones de las aguas que proceden del colector de aguas residuales de Ronda están convirtiéndose en un grave problema para algunos vecinos de la zona Los Molinos del Tajo, situada debajo de donde desemboca la instalación. El líquido sale directamente a los terrenos que forman una pendiente sobre un grupo de casas, cuyos inquilinos temen que se pueda producir un desprendimiento. El pasado martes una pequeña torrentera levantó la alarma al quedarse la tierra desplazada a pocos metros de una de las casas rurales.
En total son cinco las construcciones afectadas. Uno de los vecinos afectados quiso hacer pública la preocupación existente, puesto que si bien los hechos se han puesto en conocimiento del Ayuntamiento, que ha desplazado a la zona a varios técnicos, el tema sigue sin solucionarse y se mantiene el peligro de desprendimiento. Ellos piden la instalación de unos tubos que eviten que el agua llegue directamente al terreno y provoquen que la tierra se reblandezca.
Uno de los afectados, Joaquín, dijo que el desprendimiento del martes le causó un "tremendo" susto. "A mi edad no estoy para subir hasta la zona del colector, menos mal que había unos jóvenes y con su ayuda pudimos parar el agua por distintos sitios y arreglar de momento el problema", relató. "Desde el Ayuntamiento me dicen que se va a arreglar el tema pero nos encontramos con un primer problema que es que no se conoce la propiedad de los terrenos por los que discurre el colector", por lo que la actuación para canalizar esta agua se complica.
El tema fue tratado en el último Pleno municipal, donde se informó de que se estaba trabajando en solucionar el problema.
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