miércoles, 27 de mayo de 2009

Málaga, un referente del cristal (La Opinión)

El Museo del Vidrio, que hasta septiembre estará abierto sólo para estudiosos, exhibe 600 piezas desde el siglo V antes de Cristo hasta el XX. Fernández-Prieto, su impulsor

ALEJANDRA GUILLÉN. MÁLAGA Gonzalo Fernández-Prieto lleva toda una vida dedicada a su gran pasión: coleccionar vidrio y cristal; además, este madrileño de nacimiento es un enamorado incondicional de Málaga. Ahora ha conjugado ambos romances con gran sabiduría y templanza en un caserón del siglo XVIII, antigua posada de San Felipe Neri, ubicado en la calle Gaona de la capital malagueña. "Llegué un día a este barrio por casualidad, vi esta casa por casualidad y me quedé", comentó ayer a los periodistas. 
Han sido ocho años de vicisitudes y problemas por numerosas amenazas de demolición sobre esta típica casa de la Málaga dieciochesca, pero al final se cumplió el ansiado sueño. Fernández-Prieto abrió ayer las puertas del Museo del Vidrio y Cristal de Málaga, en un acto que fue inaugurado por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y que congregó a numerosos representantes de la vida política, social y cultural malagueña. No obstante, este espacio expositivo estará abierto hasta el mes de septiembre para estudiosos y expertos en esta especialidad artística, porque, a juicio de Fernández-Prieto, necesita un poco más de tiempo para tenerlo todo preparado para las visitas del público en general. 
El museo está compuesto por unas 600 piezas datadas desde el siglo V antes de Cristo hasta el pasado XX, y conforman sólo una parte de los más de 3.000 objetos de vidrio y cristal y cientos de obras decorativas, como mobiliario y retratos artesanos, que integran la colección de Fernández-Prieto, que por "falta de espacio" no se pueden exponer todas en este espacio. 
De hecho, el propietario del museo confió en que éste pueda crecer, ante lo que el alcalde le animó en este sentido y mostró el compromiso del Ayuntamiento a prestar su ayuda si se plantea un proyecto de ampliación. 
Dividido en ocho salas y con quinientos metros cuadrados de superficie expositiva, el museo exhibe un conjunto artístico formado por piezas de incalculable valor, algunas de ellas no las tiene ni siquiera el Museo Victoria y Alberto, de Londres, el más importante de esta especialidad artística, desde las más antiguas como el vidrio romano, musulmán y medieval, hasta vidrieras, mobiliario y retratos cortesanos representativos de cada época. 
Entre los vidrios que se muestran, destacan un oinochoe del Mediterráneo oriental del V a. C. o un cuenco romano del siglo I, aunque el cristal inglés es la gran ´estrella´ del museo. Destacan algunos ejemplos de ´cameos´ firmados por Webb, taller victoriano que centró su actividad en la antiquísima artesanía romana del camafeo, que desapareció y fue recuperada por estos artesanos ingleses en el XIX. También se exhiben cristal de Italia, piezas del XIX de Bohemia, y copas jacobinas talladas con rosas.

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