El sistema implantado por el Ayuntamiento para evitar que los coches penetren sin control en las zonas peatonales del Centro empieza a funcionar hoy. Se trata de un sistema automático de pivotes, apoyado con cámaras de vídeo, que impedirá que entren los vehículos -sí podrán hacerlo las motos y bicicletas-, salvo que sean algunos de los cuatro mil que han sido autorizados para entrar: 1.400 taxis, casi 500 vehículos de carga y descarga, más de un millar de coches oficiales y de servicios públicos (operativos, limpieza, policías, bomberos, etcétera), los de personas con movilidad reducida y de residentes.
Hay cinco entradas a la 'almendra' que dibujan los límites del casco antiguo que desde hoy quedan controladas por pivotes. Una de ellas se encuentra al principio de la calle Císter. Ésta es la única que no tiene bolardo con el fin de permitir el acceso urgente a la clínica Gálvez. No obstante, habrá un semáforo en rojo -como en las demás entradas- y el conductor debe tocar el interfono e informar de que se dirige al centro hospitalario para que, desde control, lo pongan en verde y pueda acceder.
Cambio de sentido
La segunda entrada está situada en la confluencia de Molina Lario con Sancha de Lara, a la altura del hotel Molina Lario. Otra está en la confluencia del pasillo de Santa Isabel con Cisneros. Por otra parte, se ha cambiado el sentido de la circulación en la calle Nosquera para permitir entrar en esta vía directamente desde Carretería. Aquí también hay otro pivote automático.
Y el quinto bolardo está ubicado en la calle Méndez Núñez, en la confluencia con la calle Comedias. Habrá un servicio 24 horas los 365 días del año para atender el interfono del sistema. En el primer mes no habrá sanción económica a los infractores.
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