Se pretende potenciar el transporte público, la bicicleta y la movilidad peatonal. El Ayuntamiento ha invertido en el proyecto unos 645.000 euros
LA OPINIÓN. MÁLAGA El sistema de acceso restringido de vehículos al Centro Histórico de la capital comienza a funcionar hoy. Esta medida, que permitirá la entrada en cualquier momento tanto a residentes como a los servicios públicos y de emergencias, potenciará la movilidad peatonal, del transporte público y de la bicicleta.
El proyecto, denominado ´Centro Histórico y Monumental: Entorno de Interés Protegido´, abarca la zona central e histórica de la ciudad, en la que se ha instalado un sistema automatizado por visión artificial formado por determinados sistemas de bolardos automáticos, cámaras para detección digital de matrículas, interfonía y comunicaciones, que será coordinado desde un centro de gestión y explotación durante las 24 horas del día a lo largo de todo el año.
El concejal de Movilidad, Juan Ramón Casero, explicó que la implantación del proyecto conlleva el control del acceso y el estacionamiento en la zona, la regulación del reparto de mercancías, la potenciación del transporte público, la mejora de la seguridad vial, la ordenación de la accesibilidad, la mejora de la calidad ambiental y el ahorro energético, así como el diseño de puntos de control teniendo en cuenta las celebraciones emblemáticas de la ciudad como procesiones, la Feria o el carnaval, entre otras.
A través de este sistema se establecen cinco puntos de entrada: el Palacio de la Aduana, calle Cisneros, Nosquera, Méndez Núñez y Sancha de Lara, así como cinco de salida, que son Molina Lario, Cisneros, Comedias, Casapalma y Martínez.
Vías de escape. Estos puntos contarán con un lector de matrícula, semáforo, dos cámaras e interfono y, en su caso, con bolardo automático. También se indicarán vías de escape a aquellos vehículos que no estén autorizados para evitar la congestión en los puntos de entrada.
La inversión municipal para este proyecto es de aproximadamente 645.000 euros y permitirá el acceso a peatones, bicicletas y a vehículos motorizados, residentes, comerciantes, transportistas, clientes de los establecimientos hoteleros, operarios de los servicios públicos, vehículos de dos ruedas y usuarios de hospitales, clínicas u otros servicios de necesidad privados.
Aunque el mal uso de este sistema (saltarse un semáforo o estacionar en lugares no permitidos) conlleva multa de 150 euros, Casero destacó que en su primer mes de aplicación no se sancionará a los infractores. Además, se permitirá el acceso a toda persona que lo necesita por un periodo limitado que oscilaría entre los 10 y los 30 minutos.
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