El Ayuntamiento de Fuengirola celebró ayer la sesión plenaria correspondiente al mes de junio donde se aprobó la incorporación al documento de revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de las modificaciones o correcciones resultantes de los informes sectoriales emitidos por distintas administraciones públicas.
La aprobación del PGOU permitirá a Fuengirola contar con 1.400.000 metros cuadrados de zonas verdes, 225.000 metros cuadrados para uso educativo o iniciativas medioambientales como la obligatoriedad de instalar sistemas de recogida de agua de lluvia en los edificios.
El pleno se saldó con una enorme polémica. La alcaldesa, Esperanza Oña, expulsó de la sala a las ediles socialistas Carmen Segura y Rocío Suárez a las que acompañaron el resto de concejales del PSOE. La Policía Local tuvo que mediar en el desalojo en el cual los populares se enfrentaron a los socialistas en un intercambio de acusaciones. La discusión vino dada por la pregunta sobre la duplicación del patrimonio de la regidora.
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