El muelle 2 dejará paso en un año a un vergel de uso público, con 420 palmeras, 166 árboles y 9.500 arbustos · Entre ellos se levantarán el Museo del Puerto, el Aula del Mar y una estación de viajeros
La transformación del puerto de Málaga y su apertura a la ciudad empiezan a ser una realidad. La reconversión de los muelles 1 y 2 en espacio de uso ciudadano parece haber eludido la maldición que pesaba sobre ella en los últimos años y, tras meses de duda e incertidumbre, encara el calendario con la idea de que a lo largo de 2010 sea toda una realidad. Un buen ejemplo de este avance se pudo observar la pasada semana cuando, con la presencia del consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, Juan Espadas, tuvo lugar la plantación de la primera de las 420 palmeras que formarán el conocido Palmeral de las Sorpresas, joya de la corona de la metamorfosis de la que es objeto el puerto.
La maquinaria de este proyecto, que abre definitivamente la zona portuaria al centro de Málaga y que supone la construcción de un jardín en paralelo al gran parque de la capital, se mueve a un ritmo vertiginoso en pos de no demorar mucho más el plazo de una intervención que habrá de estar abierta al paseo y al disfrute de los malagueños a mediados del próximo ejercicio.
Al tiempo que crecen las estructuras de los tres edificios que se levantarán en este vergel, destinados al Aula del Mar, el Museo del Puerto y una pequeña estación de viajeros (que estarán acompañadas de dos bloques para quioscos), los operarios encargados de la obra comenzarán entre lo que resta de mes y octubre a plantar las cinco especies de palmera finalmente seleccionadas, inmunes a la plaga del escarabajo picudo rojo (que obligó a alterar la previsión inicial), así como 166 árboles, entre los que habrá olivos y acacias, y casi 9.500 arbustos.
Será pues el próximo verano, si se asume el plazo dado por Espadas, cuando la actual imagen del muelle 2, con el bullir propio de una obra de esta dimensión, dará lugar a un parque de unos 27.000 metros cuadrados, superficie que discurre en paralelo al Paseo de los Curas. No obstante, el diseño realizado por el arquitecto Jerónimo Junquera es algo más que un jardín, puesto que el mismo trata de reproducir y rememorar las huertas mediterráneas.
Para ello, se crearán cuadrículas de unos 400 metros cuadrados, de veinte metros de lado, con las palmeras como barreras, dentro de las cuales proponer todo tipo de "sorpresas", ya sean en forma de espectáculo musical ya sea de zona para juegos infantiles.
Y en los próximos meses se tendrá que iniciar la instalación de uno de los elementos estrella de este conjunto: una gran pérgola "inteligente" que atraviesa todo lo largo del muelle, con unos 400 metros de longitud. Esta estructura, cuyo coste ronda los 10 millones de euros y dotada de láminas ondulantes, tiene la particularidad de que servirá de filtro para los rayos del sol en verano, al objeto de mitigar su contacto con el ciudadano, y los dejará pasar en invierno.
En esta tarea se afanan los operarios de la empresa Heliopol, que desde hace algunos meses asume el reto de llevar a buen puerto este importante proyecto para Málaga, cuyo deambular ha estado marcado por numerosos problemas económicos y técnicos. Muestra de ello es que esta firma sevillana no es la misma que a finales de 2006 resultó adjudicataria de la obra por alrededor de 17 millones de euros. Ese honor correspondió a la unión temporal de empresas integrada por Tiferca y Modecar, aunque la crítica situación de la primera hizo que abandonase la intervención y lo dejase en manos de Heliopol.
El escenario de dudas que ya queda atrás trajo consigo, eso sí, un aumento considerable en el coste de la obra y en los plazos de la misma. De los 17 millones por los que fueron contratados los trabajos se ha pasado a casi 28 millones, mientras que la inauguración del nuevo espacio ciudadano se traslada a verano de 2010, cuando, conforme a las previsiones del concurso, este hito tendía que haber ocurrido hace ya un año.
Y casi coincidiendo en el tiempo, está previsto que los usos comerciales a los que se destinan los 14.000 metros cuadrados del muelle 1 o de la Farola, que promueve Marina de la Farola, estén abiertos al público en julio de 2010.
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