El Instituto de Práctica Empresarial apunta en un informe que el sector "ya ha tocado fondo" y los inversores vuelven a interesarse por proyectos inmobiliarios
El sector inmobiliario sigue bajo mínimos pero parece que lo peor ya ha pasado. Así lo apuntaban los promotores en el pasado Salón Inmobiliario del Mediterráneo y así lo confirman algunos expertos en esta materia, que esperan que el empleo y el consumo en la provincia se empiecen a recuperar en un plazo de unos seis meses. "La tendencia empieza a ser menos negativa y eso nos lleva a confirmar que empieza a haber un soporte del sector inmobiliario y que éste ya ha tocado fondo", explicó ayer José Antonio Pérez, directivo del Instituto de Práctica Empresarial (IPE) en la presentación del decimoquinto Pulsímetro Inmobiliario.
Pérez justificó ese cambio de tendencia de la oferta en que "los ritmos de venta están cambiando en positivo, igual que cambiaron en negativo a finales de 2006" y, en segundo lugar, en que "los mercados de cédulas hipotecarias y titulizaciones españolas en los mercados internacionales se están volviendo a comprar ahora y dejaron de adquirirse en 2006", a la vez que puso como ejemplo que "una entidad financiera malagueña ha hecho una emisión hace unas semanas y la demanda ha sido el triple que la oferta". Cajamar anunció ayer que acaba de colocar "con éxito" cédulas hipotecarias a cinco años por más de 800 millones de euros en España, Reino Unido, Alemania, Francia y Holanda.
El siguiente paso es que ese repunte de la oferta se traduzca en mayor empleo y venta de viviendas. Pérez subrayó que "esa recuperación viene porque los agentes económicos están tomando posiciones en la selección e inversión de proyectos aunque aún se tardará como mínimo seis meses en llegar a que el desempleo no se deteriore más y que el consumo pueda ir avanzando poco a poco". En cualquier caso, este experto consideró que el tiempo que se emplee en la recuperación del sector "va a depender de la velocidad con la que se coloque el stock pendiente [lo cifran en Málaga en unas 30.000 viviendas], así como de que se continúen los proyectos en construcción y en gestión urbanística para que no se destruyan más empleos y se evite así que luego haya otro colapso con más demanda que oferta".
Lo que tiene claro Pérez, y confió que también los promotores, es que "hay que saber que todo lo nuevo que se construya no se puede hacer como antes. Tienen que emplearse criterios de sostenibilidad y eficiencia energética para dar un mayor hábitat a los ciudadanos". El directivo del IPE destacó que hay que ir "más allá" de las exigencias del nuevo Código Técnico de Edificación -que establece por ley la obligatoriedad de mejorar la calidad de las viviendas y de introducir energías renovables, entre otras cosas- sino que "hay que sorprender al cliente para que se quede conmigo y no con la competencia y para eso hay que echarle imaginación".
En opinión de este experto, es un error que las promotoras, dado el excedente de viviendas actual, decidan quedarse de brazos cruzados a la espera de que cambie la situación porque "hay municipios y zonas de la capital en los que sí es necesaria la construcción de viviendas". En este sentido, apuntó que las viviendas en la Costa del Sol "siempre son un bien exclusivo" por lo que consideró lógico que haya inversores extranjeros -principalmente europeos y árabes- que estén buscando buenas oportunidades de negocio mediante la adquisición de urbanizaciones enteras a precios casi de coste. "En Arroyo de la Miel, por ejemplo, conozco una promoción de 600 apartamentos cuya compra la está negociando un fondo de inversión extranjero", afirmó. "Que haya inversores foráneos buscando urbanizaciones en Málaga son síntomas de esa recuperación porque la liquidez no se ha perdido, la tiene alguien y la va a invertir donde considere oportuno. Están analizando y ojeando proyectos porque saben que si uno no los compra lo va a hacer otro y perdería una buena opción", continuó.
En materia de precios, el informe señala que en 2009 se acabará con una hipoteca media de 132.142 euros, lo que supondría un descenso del 20,3% respecto al ejercicio anterior. Pérez precisó que, al margen de la bajada de precios, que es importante, la mayor demanda de los ciudadanos es obtener créditos en buenas condiciones financieras ya que "el mercado ha demostrado que bajando un 20 ó 30% el precio no se han acelerado las ventas".
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