La promotora pedirá una revisión de las cantidades pactadas hace tres años porque cree que no se ajustan a los valores actuales
15.02.2011 -
:: SUR
La cruda realidad de la crisis económica que azota al mercado inmobiliario no sólo va a complicar, y bastante, el cobro de los 126 millones de euros de convenios urbanísticos que se firmaron al calor del nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), para cuyo abono ya ha comenzado una cuenta atrás de entre 30 y 90 días con la aprobación definitiva del documento -que es efectiva desde el pasado jueves-, sino que también va a hacer difícil la materialización del acuerdo que rubricaron hace ya tres años el Ayuntamiento y la empresa Braser, promotora del proyecto hotelero y de oficinas ideado para la zona de Hoyo de Esparteros.
El equipo de gobierno municipal llevará al pleno de este mes la aprobación del convenio urbanístico para esta controvertida actuación, que lleva la firma del afamado arquitecto Rafael Moneo. Lo hará tres años después de que se rubricara el 26 de febrero de 2008. En todo este tiempo, la iniciativa ha sido tumbada hasta en dos ocasiones por la Junta de Andalucía. La Consejería de Cultura no terminaba de dar el visto bueno al proyecto por el incremento de altura que supone respecto a lo permitido en este ámbito del Centro Histórico. En concreto, supone pasar de una altura de planta baja más cinco a baja más ocho y ático.
Finalmente, el Ayuntamiento y el Gobierno andaluz llegaron a un acuerdo para modificar las normas urbanísticas de toda la fachada oriental del Guadalmedina, de tal forma que pueda encajar el hotel. Este proceso está pendiente de un informe de Cultura que aún no ha llegado.
Compra de derechos
Sin embargo, el trienio transcurrido ha servido para que el proyecto se tope con la crisis y para que sus promotores ya estén pensando en que habrá que actualizar los números que se plasmaron en el convenio de 2008. Así lo apuntaron a este periódico fuentes de Braser, que indicaron que lo lógico es plantear una revisión de los más de seis millones de euros que se estipularon en concepto de compra de derechos urbanísticos en el subsuelo, donde irá un aparcamiento de tres sótanos, y en la parcela, donde existe un edificio en el que ensaya la banda municipal.
«Los números que se acordaron entonces están ahora mismo fuera de mercado, por lo que tendremos que revisarlos», apuntaron las fuentes que, no obstante, recalcaron que esto se producirá en una fase posterior a la actual, ya que «lo que ahora mismo importa es ver qué dice Cultura y desbloquear el proyecto desde el punto de vista del planeamiento urbanístico», añadieron.
El convenio para el hotel de Moneo también incluía la reurbanización y mejora del puente de la Esperanza, obra que ya fue realizada por el Consistorio con cargo a los fondos del Plan Zapatero, y el desvío de un colector existente en la calle Pasillo de Atocha que, al igual que la urbanización de todo el entorno, sí tendrá que ser asumido por la promotora cuando acometa las obras.
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