martes, 15 de febrero de 2011

La Junta camina a paso lento hacia el reto de alcanzar el vertido cero en 2015 (SUR)

La obra para eliminar los malos olores de la depuradora de La Víbora está pendiente de ejecución
15.02.2011 -
FRANCISCO JIMÉNEZ pjimenez@diariosur.es
FUENGIROLA.

La Junta camina a paso lento hacia el reto de alcanzar el vertido cero en 2015
Imagen general de la depuradora de La Víbora, en Marbella. :: SUR
El 26 de octubre del pasado año, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía declaró de interés comunitario 47 obras para completar el mapa del saneamiento en la provincia. Ni más ni menos que 390,1 millones de euros a gastar para alcanzar el ansiado vertido cero con la vista puesta en el 1 de enero de 2016, fecha tope fijada por la Unión Europea para que se garantice el tratamiento del cien por cien de las aguas residuales. Cierto es que cuatro meses no suelen dar para mucho en cualquier administración pública, pero tratándose de la gran asignatura pendiente en la Costa del Sol durante las últimas cuatro décadas, al menos parece que por fin empiezan a registrarse avances al respecto, aunque sean con cuentagotas y más en los despachos que sobre el terreno. La mejor muestra de ello es la reciente aprobación del estudio de impacto ambiental de la depuradora de Nerja, único municipio del litoral malagueño que a día de hoy sigue vertiendo sus aguas sin tratar directamente al mar. Eso sí, el proyecto presupuestado en 40,7 millones de euros acumula ya cuatro años enredado en la burocracia.
En el lado positivo, desde la Agencia Andaluza del Agua también prevén el inicio en los próximos meses de dos actuaciones que evitarán que el río Guadalhorce siga siendo el sumidero al que van a parar los residuos de la comarca a la que da nombre: la planta Álora-Pizarra, cuya construcción fue adjudicada en febrero de 2007 por 11,4 millones; y la red de colectores que canalizarán las aguas de Alhaurín el Grande y Cártama. A medio plazo, los siguientes proyectos en ver la luz serían las estaciones de Casarabonela, Arriate, Teba y Benaoján-Montejaque, ésta última a falta de que ambas localidades pongan el suelo a disposición del órgano dependiente de la Consejería de Medio Ambiente.
Tercera depuradora en Málaga
Hasta ahí se puede leer. El resto de las actuaciones incluidas en el diagnóstico sobre las necesidades de la provincia en materia de depuración continúan en punto muerto. Entre ellas se encuentran el grueso de las iniciativas pendientes en la Costa del Sol occidental que, sin ser acuciantes, sí deben ponerse en marcha para dar respuesta al incremento poblacional de los próximos años. Para ello, se contemplan las obras para acabar con los malos olores en la depuradora de La Víbora y que se licitaron en septiembre del año pasado, la mejora y ampliación de las estaciones de La Cala de Mijas, Manilva, Istán y Casares, así como la instalación de nuevos colectores en Fuengirola, Mijas, Estepona, Marbella y Benahavís. Aun sin estar en ese listado, cabe reseñar que las obras para ampliar la planta de Guadalmansa (Estepona) ya se encuentran al 38% de ejecución, con la previsión de que puedan concluir a mediados de 2012.
Tampoco hay novedad alguna respecto a la construcción de la tercera depuradora de la capital, menos urgente pero igual de necesaria cara al futuro. Y no sólo porque las dos instalaciones actuales (Guadalhorce y Peñón del Cuervo) estén prácticamente al límite de su capacidad, sino porque la central que se emplazará junto a la cabecera de la segunda pista del aeropuerto recibirá las aguas residuales de buena parte del área metropolitana.
Financiación
El otro frente abierto apunta al interior de la provincia, donde aún hay pueblos que lanzan a ríos y arroyos la carga contaminante que producen unas 150.000 personas. Los casos más sangrantes se dan en las comarcas del Valle del Genal y el Alto Guadiaro, donde a los vertidos generados por la población se suman los derivados de la actividad agraria y ganadera. Pero no son los únicos, dado que también hay actuaciones pendientes en las comarcas de Antequera, Guadalteba y la zona alta de la Axarquía.
En cualquier caso, aún queda un largo camino por delante en el que también habrá que encauzar cómo se financiará cada uno de los proyectos. En un principio, en el Ejecutivo autonómico mantienen que la principal fuente de ingresos será el canon de mejora de infraestructuras establecido en la Ley de Aguas de Andalucía, que supondrá un incremento medio de 1,2 euros mensuales en la factura. Su aplicación, prevista en un principio para el pasado 1 de enero, se pospuso finalmente hasta el próximo 1 de mayo, así que hasta entonces, este grifo permanecerá cerrado.

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