sábado, 19 de enero de 2008

Fomento rechaza en un informe el soterramiento del AVE en la ciudad. Antequera (SUR)


Tan sólo soterrar 1,2 kilómetros supondría un suplemento adicional al coste de la actuación de 65 millones de euros y desviar durante las obras las actuales vías El documento es desfavorable también por la afección a acuíferos y yacimientos
El AVE Bobadilla-Granada no se soterrará por las actuales vías de tren a su paso por el casco urbano de Antequera. Eso es lo que ha concluido el alcalde, Ricardo Millán, después de que la Junta de Gobierno Local recepcionase ayer un informe de viabilidad técnica y económica que había solicitado y en el que el Ministerio de Fomento considera que la actuación es desfavorable por la afección a yacimientos y acuíferos y por el elevado coste que supondría acometer las obras.Tanto es así, que tan sólo soterrar 1,2 kilómetros -lo mínimo exigible para poder construir la nueva estación AVE-, supondría un suplemento adicional al coste de la actuación de al menos 65 millones de euros que deberían ser aportados por las arcas municipales, según explicó ayer Millán.Fomento ha considerado en el informe dos alternativas distintas de soterramiento. La más económica cifra en 65 millones las obras, mientras que la otra presupuesta la actuación en 68 millones. Ambas han sido estimadas como desfavorable por su elevado coste económico y además por afectar tanto a acuíferos como a yacimientos.Millán, que calificó la inversión necesaria de «cantidad tremenda», explicó que el soterramiento además supondría la construcción de una vía alternativa para los actuales trenes con destino a Granada durante el año y medio que durarían las obras. Para ello, «habría que ocupar otros terrenos diferentes, por lo que tendríamos otra vez el problema de por dónde pasaría esa línea provisional, ya que no se puede cortar el tráfico férreo durante tanto tiempo». Otro inconveniente que apunta Fomento en su informe es que los trenes convencionales no podrían circular por ese trazado provisional a más de 30 kilómetros hora, lo que iría en perjuicio de los pasajeros de ese trayecto. Las obras, además, también retrasarían la construcción del AVE Bobadilla-Granada.
El problema de la Peña
El trazado de las actuales vías de tren soterrado afectaría a acuíferos en distintos estratos del terreno y a yacimientos arqueológicos, ya que discurriría por la cara Sur de la Peña de los Enamorados, donde se encuentran el poblado y la necrópolis romana de La Angostura, declarados Bien de Interés General. «La afección al Sur de la Peña sigue siendo el principal escollo y lo que ha provocado siempre que se tenga que modificar el trazado», reflexionó el alcalde.Millán apuntó que el informe también concluye que la afección al paisaje sería muy similar a la solución del semisoterramiento incluida en el trazado que el Ayuntamiento propuso a Fomento y que este sacó a información pública con pequeñas modificaciones en julio de este año. Dicho trazado discurriría paralelo a las actuales vías del tren, pero más próximo al casco urbano que otros anteriores, y dejaría la ciudad por un túnel que atravesaría la ladera Norte de la Peña de los Enamorados. En ese trazado hay un desnivel de 12 metros más o menos a la altura de la carretera de Córdoba que se salvaría con una plataforma semisoterrada, que será costeada por el Ayuntamiento, en la que se asentaría la estación y en la que habría andenes de tren y autobuses, además de varios locales comerciales y un mirador. Esta plataforma costaría al Ayuntamiento unos dos o tres millones de euros, apuntó ayer el alcalde, mucho menos de los 65 que costaría el soterramiento de los 1,2 kilómetros de vías. «Sería aún mucho más costoso si fuesen los 4,5 kilómetros, entre La Verónica y la Peña, que pedían algunos colectivos», dijo Millán, quien afirmó haber entregado el jueves una copia del informe a los grupo políticos con representación en el pleno para su estudio y que se reunirá la próxima semana con los colectivos interesados para darle a conocer el informe. El alcalde aprovechará la visita a Fitur para reunirse con el director general de Ferrocarriles y determinar cuáles serán ahora los pasos a seguir.

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