FERRARY. MÁLAGA La construcción de la línea 1 del metro en zona urbana será una realidad durante el primer trimestre del año, cuando está previsto que se empiece a trabajar entre el campus de Teatinos y la estación de Renfe. Eso obligará a construir el túnel del metro bajo una importante vía de circulación, con unos 70.000 coches diarios, como es la avenida Juan XXIII. El proyecto aprobado por Ferrocarriles Andaluces establece que la circulación no se corte en esta vía durante las obras, que ocuparán la parte central de la avenida.
La idea es que la capacidad de la vía se vea más reducida, pasando de tres a dos carriles por sentido, pero nunca cortar el importante tránsito norte-sur al que da servicio.
Más difícil lo tienen en el falso túnel bajo la Comisaría de la Policía Nacional. Ese tramo sí quedará cortado al tráfico, ya que se tiene que construir la galería del metro bajo esa estructura. La circulación se desviará en su integridad a la superficie, cruzando la plaza de Manuel Azaña. El problema es que esa plaza es la salida de todo el tráfico de la avenida de Andalucía hasta la ronda Oeste, lo que puede provocar alguna que otra retención.
Por cierto que una parte delicada de este tramo es el que cruza bajo la ronda Oeste, entre el bulevar de Louis Pasteur y la calle Prosper Mérimée. Este túnel se hará excavando mediante la técnica en mina, que no necesita actuar desde la superficie. De este modo no será necesario interrumpir la circulación de la circunvalación ni plantear un desvío, como se llegó a proponer.
El bulevar de Louis Pasteur será, quizá, la parte más sencilla del trazado, ya que su anchura cercana a los 50 metros permite a los operarios trabajar sin problemas en la parte central. Como las aceras son anchas, se reducirá su tamaño y se eliminarán los aparcamientos para habilitar los viales de circulación en los laterales mientras duren las obras del metro. Así se quedará con dos carriles por sentido, que se reintegrarán a su uso original cuando terminen los trabajos.
La construcción de las cuatro estaciones previstas entre el campus y Renfe serán un poco más problemáticas, pero en esta ocasión se ha optado por hacerlas de una vez y no por fases, como se ha intentado en Héroe de Sostoa, una alternativa mucho más larga y molesta. Quizá la más complicada es la que irá en la esquina entre las calles La Unión y Santa Marta, que obligó a cambiar el proyecto para que las vías fueran una encima de otra y no en paralelo.
La idea es que la capacidad de la vía se vea más reducida, pasando de tres a dos carriles por sentido, pero nunca cortar el importante tránsito norte-sur al que da servicio.
Más difícil lo tienen en el falso túnel bajo la Comisaría de la Policía Nacional. Ese tramo sí quedará cortado al tráfico, ya que se tiene que construir la galería del metro bajo esa estructura. La circulación se desviará en su integridad a la superficie, cruzando la plaza de Manuel Azaña. El problema es que esa plaza es la salida de todo el tráfico de la avenida de Andalucía hasta la ronda Oeste, lo que puede provocar alguna que otra retención.
Por cierto que una parte delicada de este tramo es el que cruza bajo la ronda Oeste, entre el bulevar de Louis Pasteur y la calle Prosper Mérimée. Este túnel se hará excavando mediante la técnica en mina, que no necesita actuar desde la superficie. De este modo no será necesario interrumpir la circulación de la circunvalación ni plantear un desvío, como se llegó a proponer.
El bulevar de Louis Pasteur será, quizá, la parte más sencilla del trazado, ya que su anchura cercana a los 50 metros permite a los operarios trabajar sin problemas en la parte central. Como las aceras son anchas, se reducirá su tamaño y se eliminarán los aparcamientos para habilitar los viales de circulación en los laterales mientras duren las obras del metro. Así se quedará con dos carriles por sentido, que se reintegrarán a su uso original cuando terminen los trabajos.
La construcción de las cuatro estaciones previstas entre el campus y Renfe serán un poco más problemáticas, pero en esta ocasión se ha optado por hacerlas de una vez y no por fases, como se ha intentado en Héroe de Sostoa, una alternativa mucho más larga y molesta. Quizá la más complicada es la que irá en la esquina entre las calles La Unión y Santa Marta, que obligó a cambiar el proyecto para que las vías fueran una encima de otra y no en paralelo.
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