La medida forma parte del plan que restringirá el acceso al casco antiguo de la ciudad mediante pivotes retráctiles
El área de Movilidad del Ayuntamiento de Málaga se ha puesto manos a la obra y ha iniciado la instalación de los sistemas de pivotes retráctiles que restringirán el acceso a la almendra del casco antiguo de la ciudad a todos los vehículos que no estén autorizados. La implantación de los mecanismos, que estarán compuestos del citado pivote, de una cámara de lectura de matrículas y de un semáforo, debería estar finalizada antes de Navidad, según fuentes municipales, que insistieron en que la puesta en funcionamiento de la iniciativa será a finales de febrero.
Una de las consecuencias inmediatas de la puesta en marcha de esta iniciativa es la supresión de las últimas 57 plazas de aparcamiento reservadas para residentes que quedan en esta zona, en la que se habilitaron unas 200. Por el contrario, el Ayuntamiento potenciará los estacionamientos de motos y de minusválidos. No obstante, el propio concejal de Movilidad, Juan Ramón Casero, expuso hace algunos meses su idea de negociar con la Sociedad Municipal de Aparcamientos (Smassa) la posibilidad de destinar la primera planta del parking de calle Camas a residentes, para minimizar la afección.
Desde hace un par de semanas, los técnicos llevan a cabo esta instalación, ya efectuadas, por ejemplo, en la calle Martínez. El diseño previsto plantea limitar la entrada en las calles Cisneros, Sancha de Lara, Méndez Núñez, Nosquera y Císter, aunque en esta última se suprimirá la pilona para evitar problemas con los vehículos que se dirijan a la Clínica Gálvez.
Las fuentes consultadas abundaron en que para evitar confusión entre los conductores, se colocarán pivotes fijos para señalizar el carril por el que tendrán que circular aquellos que quieran entrar al centro histórico, siempre que estén autorizados. Según los cálculos del área de Movilidad, los que tendrán ese permiso serán unos 10.000 coches, entre residentes, comerciantes, vehículos de carga y descarga, emergencias sanitarias, servicios municipales y personas con movilidad reducida. Sí se permitirá el paso de motos y ciclomotores.
Las fuentes subrayaron la importancia que tiene la inclusión de semáforos en los dispositivos, puesto que desde el punto de vista juríico son clave para sancionar a los que infrinjan la limitación de acceso. La ordenanza que elabora el Ayuntamiento plantea equiparar esta infracción con saltarse un semáfoto en rojo, con 150 euros de sanción y la retirada de 4 puntos del carné.
El área de Movilidad del Ayuntamiento de Málaga se ha puesto manos a la obra y ha iniciado la instalación de los sistemas de pivotes retráctiles que restringirán el acceso a la almendra del casco antiguo de la ciudad a todos los vehículos que no estén autorizados. La implantación de los mecanismos, que estarán compuestos del citado pivote, de una cámara de lectura de matrículas y de un semáforo, debería estar finalizada antes de Navidad, según fuentes municipales, que insistieron en que la puesta en funcionamiento de la iniciativa será a finales de febrero.
Una de las consecuencias inmediatas de la puesta en marcha de esta iniciativa es la supresión de las últimas 57 plazas de aparcamiento reservadas para residentes que quedan en esta zona, en la que se habilitaron unas 200. Por el contrario, el Ayuntamiento potenciará los estacionamientos de motos y de minusválidos. No obstante, el propio concejal de Movilidad, Juan Ramón Casero, expuso hace algunos meses su idea de negociar con la Sociedad Municipal de Aparcamientos (Smassa) la posibilidad de destinar la primera planta del parking de calle Camas a residentes, para minimizar la afección.
Desde hace un par de semanas, los técnicos llevan a cabo esta instalación, ya efectuadas, por ejemplo, en la calle Martínez. El diseño previsto plantea limitar la entrada en las calles Cisneros, Sancha de Lara, Méndez Núñez, Nosquera y Císter, aunque en esta última se suprimirá la pilona para evitar problemas con los vehículos que se dirijan a la Clínica Gálvez.
Las fuentes consultadas abundaron en que para evitar confusión entre los conductores, se colocarán pivotes fijos para señalizar el carril por el que tendrán que circular aquellos que quieran entrar al centro histórico, siempre que estén autorizados. Según los cálculos del área de Movilidad, los que tendrán ese permiso serán unos 10.000 coches, entre residentes, comerciantes, vehículos de carga y descarga, emergencias sanitarias, servicios municipales y personas con movilidad reducida. Sí se permitirá el paso de motos y ciclomotores.
Las fuentes subrayaron la importancia que tiene la inclusión de semáforos en los dispositivos, puesto que desde el punto de vista juríico son clave para sancionar a los que infrinjan la limitación de acceso. La ordenanza que elabora el Ayuntamiento plantea equiparar esta infracción con saltarse un semáfoto en rojo, con 150 euros de sanción y la retirada de 4 puntos del carné.
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