El Ayuntamiento estaba confiado en poder financiar importantes obras urbanas con el dinero de la UE que gestiona la Junta. Su futuro queda por el momento en el aire
Hay una perjudicada directa por este nuevo conflicto entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía: la ciudad. El desencuentro entre ambas instituciones por la distribución de los fondos Feder, de los que corresponden 12.600 millones de euros a Andalucía para el periodo 2007-2013, deja en el aire la financiación y la realización de un buen número de proyectos que, más allá de que sean planteados o apoyados o no, por una u otra administración, suponen un avance para Málaga.
El alcalde, Francisco de la Torre, se mostró ayer esquivo con el interrogante que se abre ahora, si la Junta persiste en su negativa a financiar obras municipales con dinero Feder: ¿Qué pasa con estas actuaciones? «Las cosas que son necesarias en Málaga habrá que hacerlas y se harán», se limitó a contestar el regidor. No obstante, todas ellas acumulan ya un retraso de dos años perdidos en una negociación entre responsables políticos que de poco ha servido.
De la Torre apuntó en sus declaraciones la posibilidad de que sea el Gobierno central el que colabore en infraestructuras planteadas en materia viaria y que la Junta deja ahora desasistidas de ayudas europeas. Es el caso de la avenida sobre el túnel del AVE o el soterramiento de la avenida de Cánovas.
Sin embargo, el interrogante sigue abierto, ya que tanto la Administración local como la regional se mantienen firmes en sus posturas. La primera se ve amparada por las directivas de la UE que reconocen el derecho de los municipios a participar en la gestión de los fondos destinados a cuestiones de carácter urbano. Por su parte, la segunda considera que esas cuestiones son competencia exclusiva del municipio que éste debe financiar con otros recursos.
Según fuentes consultadas, el problema de fondo es que, a diferencia de épocas anteriores, no existe una regulación detallada para el reparto de las ayudas de la UE que llegan a la Junta, por lo que ésta las puede emplear según su criterio.
Hay una perjudicada directa por este nuevo conflicto entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía: la ciudad. El desencuentro entre ambas instituciones por la distribución de los fondos Feder, de los que corresponden 12.600 millones de euros a Andalucía para el periodo 2007-2013, deja en el aire la financiación y la realización de un buen número de proyectos que, más allá de que sean planteados o apoyados o no, por una u otra administración, suponen un avance para Málaga.
El alcalde, Francisco de la Torre, se mostró ayer esquivo con el interrogante que se abre ahora, si la Junta persiste en su negativa a financiar obras municipales con dinero Feder: ¿Qué pasa con estas actuaciones? «Las cosas que son necesarias en Málaga habrá que hacerlas y se harán», se limitó a contestar el regidor. No obstante, todas ellas acumulan ya un retraso de dos años perdidos en una negociación entre responsables políticos que de poco ha servido.
De la Torre apuntó en sus declaraciones la posibilidad de que sea el Gobierno central el que colabore en infraestructuras planteadas en materia viaria y que la Junta deja ahora desasistidas de ayudas europeas. Es el caso de la avenida sobre el túnel del AVE o el soterramiento de la avenida de Cánovas.
Sin embargo, el interrogante sigue abierto, ya que tanto la Administración local como la regional se mantienen firmes en sus posturas. La primera se ve amparada por las directivas de la UE que reconocen el derecho de los municipios a participar en la gestión de los fondos destinados a cuestiones de carácter urbano. Por su parte, la segunda considera que esas cuestiones son competencia exclusiva del municipio que éste debe financiar con otros recursos.
Según fuentes consultadas, el problema de fondo es que, a diferencia de épocas anteriores, no existe una regulación detallada para el reparto de las ayudas de la UE que llegan a la Junta, por lo que ésta las puede emplear según su criterio.
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