La obra comenzará hoy y costará 234.000 euros, además de los 2 millones de euros de la expropiación de los terrenos
Más de diez años han esperado los vecinos de la calle Pinosol de la capital malagueña para ver una solución al problema de tráfico que sufren. Hoy mismo empezarán las obras que permitirán unir esta vía, que en estos momentos no tiene salida y es de doble sentido, con la calle San Lázaro. El Ayuntamiento de Málaga ha tenido que expropiar más de 3.000 metros cuadrados para llevar a cabo esta actuación que estará lista en tres meses y que costará 234.000 euros.
Es una reivindicación histórica que beneficiará a unas 2.000 personas que viven en la zona y que llevan años denunciando los problemas de seguridad que conlleva la estrechez de esta calle por la que no quieren subir los taxistas y los servicios de emergencias tienen serios problemas para pasar porque además siempre hay coches aparcados a ambos lados.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, puso ayer la primera piedra del nuevo vial, que será de un solo sentido para mejorar la movilidad en la zona y que tendrá 220 metros de longitud y una anchura de diez metros.
Se trata de una vía con una gran pendiente que gira sobre sí misma y acaba en una explanada a las faldas del monte Gibralfaro. Está separada por pocos metros de campo de la calle San Lázaro, muy cerca de la calle Agua y justo al principio de la propia calle Pinosol. Con el nuevo vial se conectará la entrada y la salida de esta vía formando un circuito en una sola dirección.
De la Torre justificó el retraso de más de cinco años en el inicio de la obra en los problemas que han surgido en la adquisición de los terrenos, ya que el 80% eran de titularidad privada. En total, el Ayuntamiento ha tenido que expropiar 3.000 metros cuadrados que han supuesto un desembolso de 2 millones de euros a las arcas municipales.
Esta cantidad se une a los 234.000 euros que costará la obra, cuya adjudicación ha recaído en la empresa Cospel.
Pepe Moreno fue uno de los impulsores de esta reivindicación vecinal hace ya más de una década. Ayer no podía disimular la "satisfacción enorme por haber llegado a este momento y solucionar los problemas que tenemos en la barriada por este motivo", explicó. En sólo unos meses estos vecinos verán cumplida su petición.
Más de diez años han esperado los vecinos de la calle Pinosol de la capital malagueña para ver una solución al problema de tráfico que sufren. Hoy mismo empezarán las obras que permitirán unir esta vía, que en estos momentos no tiene salida y es de doble sentido, con la calle San Lázaro. El Ayuntamiento de Málaga ha tenido que expropiar más de 3.000 metros cuadrados para llevar a cabo esta actuación que estará lista en tres meses y que costará 234.000 euros.
Es una reivindicación histórica que beneficiará a unas 2.000 personas que viven en la zona y que llevan años denunciando los problemas de seguridad que conlleva la estrechez de esta calle por la que no quieren subir los taxistas y los servicios de emergencias tienen serios problemas para pasar porque además siempre hay coches aparcados a ambos lados.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, puso ayer la primera piedra del nuevo vial, que será de un solo sentido para mejorar la movilidad en la zona y que tendrá 220 metros de longitud y una anchura de diez metros.
Se trata de una vía con una gran pendiente que gira sobre sí misma y acaba en una explanada a las faldas del monte Gibralfaro. Está separada por pocos metros de campo de la calle San Lázaro, muy cerca de la calle Agua y justo al principio de la propia calle Pinosol. Con el nuevo vial se conectará la entrada y la salida de esta vía formando un circuito en una sola dirección.
De la Torre justificó el retraso de más de cinco años en el inicio de la obra en los problemas que han surgido en la adquisición de los terrenos, ya que el 80% eran de titularidad privada. En total, el Ayuntamiento ha tenido que expropiar 3.000 metros cuadrados que han supuesto un desembolso de 2 millones de euros a las arcas municipales.
Esta cantidad se une a los 234.000 euros que costará la obra, cuya adjudicación ha recaído en la empresa Cospel.
Pepe Moreno fue uno de los impulsores de esta reivindicación vecinal hace ya más de una década. Ayer no podía disimular la "satisfacción enorme por haber llegado a este momento y solucionar los problemas que tenemos en la barriada por este motivo", explicó. En sólo unos meses estos vecinos verán cumplida su petición.
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