Unos 750 euros de multa como máximo deberán abonar al Ayuntamiento los propietarios de Villa Fernanda por haber suprimido diez metros cuadrados de la solería exterior de la finca durante las obras de derribo de un depósito para las que tenían el permiso municipal. Este hecho fue dado a conocer ayer por el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, a raíz de una comparecencia solicitada por el portavoz de IU, Pedro Moreno, para conocer la situación de esta casona del paseo de Miramar, en la que está prevista la realización de veinte viviendas en aquellas zonas sin edificar y separadas del jardín histórico.
Urbanismo está pendiente de resolver los trámites para legalizar esa supresión no autorizada de solería mediante su reposición. Además, estudia si inicia o no un segundo expediente sancionador -a raíz de una denuncia vecinal, como el primero- por la demolición de pequeñas edificaciones auxiliares en la finca. «No obstante, este segundo caso está todavía en estudio», explicaron fuentes de la Gerencia de Urbanismo.
Asimismo, está pendiente de contestación la última petición de licencia para las veinte viviendas, que se produjo el pasado 26 de febrero. El Ayuntamiento tiene tres meses para pronunciarse sobre ella. El aval para garantizar la supervivencia de las especies arbóreas se ha elevado a 104.000 euros.
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