La falta de dinero para el bulevar sobre el AVE sorprende e indigna a los vecinos (SUR)

El proyecto para acabar con la histórica cicatriz del tren en la ciudad se encuentra paralizado

Junta y el Ayuntamiento mantienen el desacuerdo para costear la obra, que requiere 30 millones

Imagen aérea de la obra del soterramiento de las líneas de tren en las proximidades de la estación María Zambrano. / OMAU. AYUNTAMIENTO DE MÁLAGA

Sorpresa, indignación, decepción... Es el sentir de los barrios más próximos al soterramiento de las vías del tren tras conocer que el proyecto de bulevar que se construirá en este espacio de la ciudad tardará aún varios años en realizarse, tres o cuatro como mínimo. Como informó este periódico el pasado lunes, a pocos meses de que los trabajos del soterramiento queden totalmente concluidos, la avenida a la que dará paso no tiene un diseño definitivo -el Ayuntamiento ha anunciado que estará en dos o tres meses- ni financiación, ya que la Junta de Andalucía se niega a sufragar parte de su presupuesto con fondos europeos y argumenta que se trata de una obra de competencia estrictamente municipal. El Consistorio, por su parte, insiste en que las limitaciones que le impone la ley de estabilidad presupuestaria y la merma de ingresos por la crisis le impiden asumir en solitario los casi 30 millones de euros en que está valorado el bulevar.

Ante este panorama, los vecinos de zonas como San Rafael, El Copo, Nuevo San Andrés o Dos Hermanas -sectores que suman casi cien mil habitantes- muestran su frustración y exigen una respuesta inmediata a las administraciones para desbloquear esta esperada actuación, que conectará definitivamente los barrios separados hasta ahora por la herida del tren.

El desengaño se hace más que patente en los vecinos de la zona de San Rafael, al norte del soterramiento. «Nos prometieron muchas cosas y que íbamos a disfrutar de un parque y un gran bulevar, ahora resulta que hay que esperar más años. Nos sentimos engañados», lamenta José Franquelo, vecino de la calle Valle de Abdalajís, que no entiende por qué no se han puesto los medios para llevar a cabo el proyecto con la suficiente antelación. «La desaparición de los trenes de la superficie iba a ser un gran beneficio para estos barrios, pero por el momento va generar un solar que se convertirá en un estercolero», asegura José.

Como él, María Luisa Manjón no comprende que, una vez acabado el soterramiento, haya que esperar varios años más para dar uso al espacio que genera. «Que se retrase un año, bueno, es comprensible, pero que todavía no esté claro y puedan pasar hasta cuatro o cinco años para verlo me parece demasiado», afirma esta vecina, que destaca lo positivo que tendría esta obra por la generación de empleo que supondría para el sector de la construcción. Según los cálculos del Ayuntamiento, podría emplear a unos 125 obreros.

El Copo

Al norte de la cicatriz, más hacia la Ronda Oeste, se encuentra la barriada de El Copo. Pilar García regenta en ella el bar El Cortijo y experimenta casi a diario las dificultades que impone la barrera del pasillo ferroviario. «Mi hija vive en la avenida de Europa, y para ir a verla tengo que dar un gran rodeo que podría evitarse. Están las pasarelas pero, claro, yo sola, con mi nieto y el carrito, ¿cómo subo y bajo las rampas?», relata esta vecina. «Con lo cerca que está, en invierno tengo que coger un taxi para poder regresar a mi casa y el taxista siempre me comenta lo mismo: a ver cuándo arreglan esto. Me parece fatal que tengamos que seguir esperando», añade Pilar.

José Díaz, también vecino de los bloques de El Copo, muestra su sorpresa por el nulo avance del proyecto del bulevar y critica a las administraciones por no acometerlo. «Si va a suponer una mejora tan grande para los vecinos deberían hacerlo cuanto antes, que para eso pagamos nuestros impuestos», argumenta. Justo en la acera de enfrente, Mari Carmen Sánchez y Luisa Lloret no terminan de creer que la obra se vaya a quedar convertida en un solar. «Si ha habido dinero para empezarla tendrá que haberlo para acabarla, vamos digo yo», espeta Luisa. «Es una vergüenza que el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía no se pongan de acuerdo para un proyecto de esta importancia», añade Mari Carmen.

Al sur del soterramiento, la decepción es todavía mayor. «¿Qué todavía vamos a tener que esperar más años para contar con la avenida? Yo no paro de limpiar en mi casa por el polvo que entra, como para que ahora me digan que esto va a seguir convertido en un solar. Lo que faltaba», declara Elena García, vecina de la calle Puerto Oncala. «Ya que se han puesto, que terminen la obra, cómo se va a quedar esto a medias, que se pongan de acuerdo Junta y Ayuntamiento y que acaben de una vez», insiste.

Juan Jesús López ha padecido las molestias de la obra del soterramiento en primera línea. Su bar se encuentra a escasos dos metros de la valla que delimita la zona de los trabajos. «Aquí las ratas han salido como moscas. Si no hacen la avenida esto va a ser un atraso, no es justo. Además, las obras del metro ya están llegando a Juan XXIII, así que no sé por dónde vamos a tener que dar la vuelta para salir de aquí. Nuevo San Andrés se va a convertir en la zona más aislada de toda Málaga», denuncia este hostelero.

Dos Hermanas

El sentimiento de rabia por haber llegado a esta situación se recrudece en la barriada de Dos Hermanas. Sus vecinos tienen puestas sus esperanzas en poder contar con el bulevar que eliminará la herida urbana que los ha mantenido aislados. «Con lo contentos que estábamos porque ya está casi terminado el soterramiento y ahora nos dicen que hay que seguir esperando más años, no hay derecho», señala Begoña Serena, que vive en la calle Cañada de Mejías, junto a la valla de obra del soterramiento.

La indignación es mucho mayor en los miembros de la asociación de vecinos Galería de Dos Hermanas. Su presidente, Adolfo Cervantes, calificó de «inaceptable» que el soterramiento quede convertido en un solar de dos kilómetros. «Vamos a entrevistarnos con el Ayuntamiento y, si no nos dan una solución, estamos dispuestos a movilizarnos y convocar protestas. Es algo indignante», asegura.

«Que tengamos que estar así por culpa de los políticos es totalmente injusto», apunta Ana María Larrubia, secretaria de la asociación de Dos Hermanas. «Estamos convencidos de que el barrio se va a echar a la calle para reclamar que se haga el bulevar», concluye.