El diseño propuesto apuesta por pocas construcciones de madera, plantar especies autóctonas y recuperar las dunas
MIGUEL FERRARY. MÁLAGA El futuro de Arraijanal está dibujado de verde. Al menos en los planos elaborados por la Empresa Pública de Suelos de Andalucía (Epsa), que ha diseñado una propuesta de construcción un parque en las 54,3 hectáreas de superficie que ocupa la única gran parcela libre de Málaga capital.
La propuesta de la Junta establece un elemento fundamental en la mejora paisajística de Arraijanal, como es la recuperación de la duna que separa la playa del resto del terreno. Damián Álvarez, autor del proyecto, recuerda que disponen de mucha experiencia en este tipo de actuaciones y que es posible llevarla a cabo con éxito. Además, apuntó que servirá para construir un mirador de madera sobre la duna, con vistas al mar y a la sierra.
Esta sería una de las primeras alturas que marcarían el futuro parque, que en la actualidad es un terreno plano. Álvarez aseguró que se dispondrían otras elevaciones, de uno o dos metros como máximo, para ofrecer un espacio más completo para el paseo.
Un aspecto muy destacado de la construcción del parque será la excavación de un lago artificial, aprovechando el acuífero de agua dulce que hay bajo la superficie. El objetivo sería la creación de un humedal para los pájaros y complementario de la desembocadura del Guadalhorce.
El espacio se dividiría en varias zonas, con un pinar, un jardín con árboles autóctonos como el algarrobo y el alcornoque, un vivero, un jardín botánico con plantas de litoral y un paseo de árboles con hoja caduca.
El parque, que se gestionaría con una fundación avalada por la Junta de Andalucía, se complementaría con otros servicios como un auditorio, pistas deportivas, algunas zonas de aparcamiento e, incluso, un paseo para caballos. Damián Álvarez asegura que la inversión sería relativamente pequeña y que además ofrece la posibilidad de integrar los restos arqueológicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario