sábado, 12 de septiembre de 2009

MARBELLA. La obra de soterramiento encara su fase más compleja con el cierre al tráfico de la travesía. (SUR)

Fomento fija para la madrugada del martes al miércoles el desvío por la variante sur de San Pedro. El corte de la carretera se prolongará casi un año.

CRISTINA GONZÁLEZ. San Pedro Alcántara ya tiene fijado en el calendario, si no surgen cambios de última hora, su día 'D'. El Ministerio de Fomento prevé cerrar a la circulación la travesía a su paso por la localidad en la madrugada del martes al miércoles y desviar el tráfico por la variante sur para ejecutar la fase más compleja del soterramiento de la autovía A-7. El corte se prolongará hasta el próximo verano, plazo previsto para construir el armazón del túnel que eliminará dos cruces semafóricos, el de la avenida Marqués del Duero y el de la barriada de El Ingenio. El tercero, el de la carretera de Ronda, se salvará con un paso inferior.

Según informaron a SUR fuentes del departamento de José Blanco, la hora exacta aún no está fijada, aunque al igual que ocurrió con el corte parcial hace cuatro meses se optará por la madrugada por la escasez de coches, lo que facilita las tareas de señalización y permite probar la operatividad de los desvíos. También tendrán un papel protagonista los agentes de la Guardia Civil y la Policía Local de Marbella, que se encargarán de regular la circulación en los primeros momentos de desconcierto de los conductores.

La medida tiene dos lecturas. De una parte, que la construcción del túnel de un kilómetro de longitud, demandado desde hace una década, entrará en su etapa definitiva: la ejecución de los muros pantalla y la losa superior, que permitirá excavar el subsuelo con posterioridad para dar forma al túnel. De otra, las incógnitas sobre cómo se comportará el tráfico durante la obra. El corte total de la travesía, pospuesto por el Gobierno central hasta después del verano para evitar el colapso circulatorio, obligará a partir de la próxima semana a los más de 65.000 vehículos que circulan a diario por la carretera nacional a desviarse por la variante sur. Esta vía, acondicionada en los últimos meses, soporta ya desde mayo y sin grandes incidencias el flujo circulatorio en sentido Cádiz-Málaga.

Otras alternativas
La otra alternativa para los conductores será utilizar previo pago la autopista, que pese a los intentos del Consistorio y de distintos colectivos no se abrirá de forma permanente durante los trabajos de construcción del túnel, tan sólo en momentos puntuales. El Gobierno central descartó la medida al considerar que era caro -rondaría los 45 millones de euros- e innecesario, ya que a su juicio las condiciones de la variante sur son similares a la travesía actual y suficientes para canalizar el tráfico. Fue un no a medias. Este verano se autorizó la gratuidad del peaje entre San Pedro y Estepona en cuatro ocasiones a lo largo de otros tantos fines de semana, coincidiendo con la operación salida y retorno.

Para los vecinos, que se conocen al dedillo la zona, también habrá otras opciones para esquivar la variante sin pagar un euro. El Ayuntamiento acomete o está acometiendo mejoras en el carril del Potril (que precisamente se cortará el próximo martes para la ampliación), la carretera de Valle del Sol o el puente del río Guadaiza, de utilidad para trayectos cortos pero insuficientes para absorber el grueso de la circulación, según reconoció el propio Consistorio, que insiste en la necesidad de que se liberalizara el peaje.

Al margen de las complicaciones del tráfico, que los técnicos irán evaluando sobre la marcha tal y como ocurrió con el desvío parcial, los sampedreños tendrán que convivir durante al menos diez meses con el trasiego de grúas y de maquinaria pesada que irá dando forma a la depresión de la autovía. Según informaron desde Fomento, la primera fase, la construcción de los muros pantallas en la zona sur, está prácticamente concluida.

Los trabajos se centrarán a partir de la próxima semana en los muros que le darán la réplica al norte y que, junto con una línea de pilotes centrales que separará los dos túneles -uno para cada sentido con una longitud de 997 metros y una altura interior de seis metros- sustentarán la losa superior. En esta fase se ejecutarán también los pozos drenantes. Mientras, en el cruce de Las Petunias se trabajará en el paso inferior que conectará el tráfico norte-sur y que permitirá salvar la actual intersección. Inicialmente se preveía un paso elevado, pero Fomento cambió los planes iniciales tras las quejas vecinales y del Ayuntamiento.

Concluida la losa superior en el túnel, lo que se prevé para el próximo verano, el Ministerio de Fomento reabrirá al tráfico la travesía sampedreña. Los trabajos de la empresa OHL seguirán entonces bajo tierra para excavar el túnel, acometer la losa inferior y terminar con el asfaltado, la señalización y las instalaciones de alumbrado, ventilación, detectores, postes de emergencia y semáforos. La obra estará lista a final de 2010 o inicios de 2011.

No hay comentarios:

Publicar un comentario