Al contrario de lo anunciado por la Gerencia de Urbanismo, ayer no se observó vestigio alguno del comienzo de los trabajos de mejora en las calles Beatas y Tomás de Cózar
Ni una señal de indicación, ni un cartel informativo, ni un obrero, ni una máquina... Nada de nada. Tomás de Cózar y Beatas presentaban a última hora de la tarde de ayer la misma estampa de abandono y suciedad, que muestra habitualmente cualquier otra jornada de la semana. La diferencia fundamental estriba en que ayer tendría que haber dado comienzo la obra de reforma de estas dos vías del corazón de la urbe.
Así al menos lo anunció la pasada semana la Gerencia de Urbanismo e incluso, desde el Consistorio, confirmaron ayer que de acuerdo con los datos facilitados por la empresa adjudicataria de los trabajos, Hexa (por 834.000 euros), durante el día se iba a "instalar la señalización y se iba a efectuar el replanteo". Sin embargo, en la visita que un redactor y un fotógrafo de este periódico realizaron a la zona no se observó acción alguna a lo largo de ambas calles.
La intervención programada por los técnicos municipales, dentro de la Iniciativa Urbana Arrabales y Carretería, busca recuperar la memoria de una de las zonas más antiguas de la ciudad. Para ello, se usarán diversos tamaños de pieza de pavimento: las más pequeñas representarán los elementos más antiguos del ámbito y marcarán la ubicación de la muralla y la barbacana atravesando las calles de Marqués de Guadiaro y Ramón Franquelo; las de tamaño medio recuperarán el trazado original de Beatas y Tomás de Cózar extendiéndose hacia las calles contiguas, y con las piezas grandes se diferenciarán las calles que se abrieron a finales del siglo XIX.
Aunque con este paso adelante el Ayuntamiento da respuesta a una de las grandes demandas de los vecinos del entorno, para muchos parece insuficiente. La reurbanización de estas dos vías va a traer consigo básicamente un adecentamiento de la actual imagen de las calles, que, sin embargo, tendrá que seguir compartiendo espacio con solares baldíos y algunos edificios abandonados.
"Es empezar la casa por el tejado", comentó a este periódico la presidenta de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo y responsable de la plataforma vecinal de calle Beatas, María José Soria. La representante vecinal insistió: "Lo que se hace es empezar una rehabilitación por el pavimento, cuando se supone que es lo último, porque si finalmente construyen en los solares que hay ahora desocupados, al final acabarán deteriorando el nuevo pavimento".
Desde la Gerencia de Urbanismo, la pasada semana se apuntaba que el proyecto de mejora de ambas calles, que también afecta a las vías colindantes, busca servir de acicate para que la iniciativa privada impulse de manera definitiva la rehabilitación y construcción en las parcelas baldías. El desarrollo de la obra se ha previsto en tres etapas que a su vez se dividen en varias fases con objeto de permitir la accesibilidad. Dentro de la regeneración del entorno y el pavimentado se prevén otras actuaciones como nuevas acometidas a edificios, el soterramiento de cables grapeados en fachadas y la mejora de instalación de mobiliario urbano y nuevo alumbrado público.
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