Urbanismo toma la medida después de que las obras de un hotel dañaran en noviembre la estructura del inmueble, en el que viven desde hace 30 años
ALFONSO VÁZQUEZ. MÁLAGA Mañana podrían salir para siempre de una casa centenaria en la calle Calvo número 21 siete familias formadas por 21 personas, (la más pequeña, un niño de un año) después de que el 21 de noviembre, la Gerencia de Urbanismo decretara la ruina inminente del edificio y el contiguo (el número 19, un almacén), tras el desplome de parte de la pared exterior del edificio habitado, ocurrido una semana antes por las obras de un futuro hotel.
Los vecinos, la mayoría con contratos verbales con la propietaria, que falleció en 1979, llevan más de 30 años habitando estos inmuebles, de los que se hicieron cargo en el 79, al desentenderse de ellos el administrador de la fallecida.
"Nos hicimos responsables del arreglo de la casas y pagamos el agua como comunidad de vecinos y la luz, cada uno lo suyo", explica Antonio Rodríguez, con contrato de arrendamiento desde hace 35 años. La concejala de Asuntos Sociales, Mariví Romero, ha señalado a La Opinión que Servicios Sociales "se hará cargo del realojo temporal".
La medida, sin embargo, desespera a los vecinos, que se ven dentro de pocos días en la calle y sin vivienda alguna. "Yo soy camionero, mi mujer es limpiadora, no sabemos dónde vamos a ir", explica Miguel Ángel Molina. "Que nos den un piso de alquiler", pide Rosario Gutiérrez, su mujer, que recalca que, aunque han contado con contratos verbales durante 30 años, "no somos ´okupas".
Antonio Rodríguez, jubilado por accidente de trabajo y con una paga de 400 euros, comenta que ha denunciado el problema ante el Defensor del Ciudadano. Y con lágrimas en los ojos, María Antonia Guillén, que lleva 31 años viviendo en la casa, recuerda que de ella salió "vestida de novia". Para Aurelio Molina, otro vecino, "nadie se ha preocupado por nosotros, sólo han venido la policía y los albañiles; que lo sepa el alcalde".
Los concejales socialistas Sergio Brenes y Dolores Fernández, que ayer visitaron a los vecinos, han declarado que pedirán la paralización del desalojo hasta que el Ayuntamiento no garantice unas viviendas para los afectados.
Izquierda Unida. Por su parte el concejal de IU Antonio Serrano, que también visitó a los vecinos, ha recordado que el informe técnico encargado por el Defensor del Ciudadano el día 9 recomienda la reparación de la parte dañada y no considera que la casa deba ser derribada.
Serrano ha criticado además la falta de reacción de Urbanismo por haber permitido que las familias "vivan durante casi un mes en un edificio declarado en estado de ruina", mientras recordaba el desalojo urgente por un caso parecido en la Alameda de Colón. El concejal ha denunciado además la falta de una "bolsa municipal de viviendas" que dé respuesta a casos de desalojo como éste. "Les pagarán 15 días en una pensión y poco más. Luego que se busquen la vida", criticó.
ALFONSO VÁZQUEZ. MÁLAGA Mañana podrían salir para siempre de una casa centenaria en la calle Calvo número 21 siete familias formadas por 21 personas, (la más pequeña, un niño de un año) después de que el 21 de noviembre, la Gerencia de Urbanismo decretara la ruina inminente del edificio y el contiguo (el número 19, un almacén), tras el desplome de parte de la pared exterior del edificio habitado, ocurrido una semana antes por las obras de un futuro hotel.
Los vecinos, la mayoría con contratos verbales con la propietaria, que falleció en 1979, llevan más de 30 años habitando estos inmuebles, de los que se hicieron cargo en el 79, al desentenderse de ellos el administrador de la fallecida.
"Nos hicimos responsables del arreglo de la casas y pagamos el agua como comunidad de vecinos y la luz, cada uno lo suyo", explica Antonio Rodríguez, con contrato de arrendamiento desde hace 35 años. La concejala de Asuntos Sociales, Mariví Romero, ha señalado a La Opinión que Servicios Sociales "se hará cargo del realojo temporal".
La medida, sin embargo, desespera a los vecinos, que se ven dentro de pocos días en la calle y sin vivienda alguna. "Yo soy camionero, mi mujer es limpiadora, no sabemos dónde vamos a ir", explica Miguel Ángel Molina. "Que nos den un piso de alquiler", pide Rosario Gutiérrez, su mujer, que recalca que, aunque han contado con contratos verbales durante 30 años, "no somos ´okupas".
Antonio Rodríguez, jubilado por accidente de trabajo y con una paga de 400 euros, comenta que ha denunciado el problema ante el Defensor del Ciudadano. Y con lágrimas en los ojos, María Antonia Guillén, que lleva 31 años viviendo en la casa, recuerda que de ella salió "vestida de novia". Para Aurelio Molina, otro vecino, "nadie se ha preocupado por nosotros, sólo han venido la policía y los albañiles; que lo sepa el alcalde".
Los concejales socialistas Sergio Brenes y Dolores Fernández, que ayer visitaron a los vecinos, han declarado que pedirán la paralización del desalojo hasta que el Ayuntamiento no garantice unas viviendas para los afectados.
Izquierda Unida. Por su parte el concejal de IU Antonio Serrano, que también visitó a los vecinos, ha recordado que el informe técnico encargado por el Defensor del Ciudadano el día 9 recomienda la reparación de la parte dañada y no considera que la casa deba ser derribada.
Serrano ha criticado además la falta de reacción de Urbanismo por haber permitido que las familias "vivan durante casi un mes en un edificio declarado en estado de ruina", mientras recordaba el desalojo urgente por un caso parecido en la Alameda de Colón. El concejal ha denunciado además la falta de una "bolsa municipal de viviendas" que dé respuesta a casos de desalojo como éste. "Les pagarán 15 días en una pensión y poco más. Luego que se busquen la vida", criticó.
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