Los vecinos de los edificios de viviendas San Esteban y San Andrés en Algarrobo Costa pueden ya respirar tranquilos. La Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía ha decidido excluir como Bien de Interés Cultural (BIC) ambos inmuebles, aunque continuarán dentro del ámbito de protección de la zona arqueológica del conjunto de yacimientos fenicios de la desembocadura del Río Algarrobo.
La Consejería de Cultura había incluido en la declaración del BIC de los yacimientos de Moro de Mezquitilla y Trayamar, en Algarrobo-Costa y Chorreras a ambos edificios a pesar de estar construidos legalmente y con la autorización de la propia Consejería, lo que provocó el malestar de los vecinos y del Ayuntamiento algarrobeño.
La resolución de Cultura excluye a los dos inmuebles del BIC, aunque no suprime la protección que afecta a la zona arqueológica.
Según el edil de Urbanismo, el popular Manuel García, la decisión satisface al Ayuntamiento, que entiende que de este modo se atienden los derechos de los propietarios de las viviendas. De continuar declarados como BIC estarían obligados a solicitar la autorización de Cultura antes de realizar cualquier obra, incluso de mantenimiento y conservación.
La exclusión les libera de tal obligación, aunque en el supuesto de que se vieran afectados los cimientos de los edificios, sí tendrían que acatar las resoluciones de Cultura previos que sean necesarios, según García.
La Consejería de Cultura había incluido en la declaración del BIC de los yacimientos de Moro de Mezquitilla y Trayamar, en Algarrobo-Costa y Chorreras a ambos edificios a pesar de estar construidos legalmente y con la autorización de la propia Consejería, lo que provocó el malestar de los vecinos y del Ayuntamiento algarrobeño.
La resolución de Cultura excluye a los dos inmuebles del BIC, aunque no suprime la protección que afecta a la zona arqueológica.
Según el edil de Urbanismo, el popular Manuel García, la decisión satisface al Ayuntamiento, que entiende que de este modo se atienden los derechos de los propietarios de las viviendas. De continuar declarados como BIC estarían obligados a solicitar la autorización de Cultura antes de realizar cualquier obra, incluso de mantenimiento y conservación.
La exclusión les libera de tal obligación, aunque en el supuesto de que se vieran afectados los cimientos de los edificios, sí tendrían que acatar las resoluciones de Cultura previos que sean necesarios, según García.
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