sábado, 16 de mayo de 2009

Los constructores piden apoyo y afirman que en Málaga no hay alternativa laboral al ladrillo (La Opinión)

Reclaman medidas "inmediatas" para relanzar la actividad, incluida una mayor flexibilidad laboral. El negocio del turismo residencial cae un 92% en 4 años

JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ. MÁLAGA Los promotores y constructores malagueños reclamaron en su asamblea general medidas "de carácter inmediato" ante la situación "crítica" que atraviesa el sector y el consiguiente aumento del desempleo, que afecta actualmente a más de 40.450 malagueños tras haber aumentado un 116% en el último año. El presidente de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP), José Prado, discrepó de los que consideran que Málaga de cambiar cuanto antes su modelo productivo para restar la dependencia respecto al sector constructor, sin ofrecer "nada que lo sustituya".
"A día de hoy no existe alternativa. Se tendrá que ir trabajando en ello y llevará su tiempo, mientras que el sector de la construcción está ya listo para, de una forma sostenible y ordenada, seguir trabajando y generando riqueza y empleo", enfatizó Prado, que matizó que para ello "tiene que existir voluntad de la Administración y un desbloqueo financiero".
Como medidas urgentes, el presidente de la ACP demandó la creación de una sociedad pública que adquiera el actual parque de viviendas sin vender (se calculan entre 25.000 y 27.000 en Málaga) además de la flexibilización de los requisitos exigidos por la Junta de Andalucía para la transformación de vivendas libres en VPO y la garantía de préstamos hipotecarios para los compradores de este tipo de viviendas protegidas.

Reformas laborales. En el ámbito fiscal reclamó una modificación de la Ley del IVA que generalice un tipo reducido del 7% para reformar y rehabilitaciones, además de aplazamientos de hasta cinco años en el pago de este impuesto en el caso de la transformación de viviendas en venta a viviendas en alquiler. Otras peticiones fueron las moratorias en el pago del IBI y de las licencias de obra nueva. En materia laboral, los empresarios creen necesario un aumento de la "flexibilidad laboral" y la incentivación de las contrataciones mediante rebajas en las cotizaciones sociales y mayores deducciones al contratar a indefinidos. En cuanto al ámbito de la contratación pública, y tras constatar una caída en el volumen de obra licitada del 28% en Málaga durante 2008, Prado exigió más inversiones que palien el desplome de la actividad residencial y, ante todo, "que se aumente el control sobre los ayuntamientos morosos" a través de la retención de las transferencias presupuestarias que reciban del Estado.

Datos en picado. Las cifras de la debacle de la construcción en Málaga ya son conocidas: el visado de viviendas sufrió en 2008 un brutal descenso del 55% hasta quedar en 13.000 proyectos, cifra ridícula en relación a los más de 40.000 de años anteriores. El primer trimestre de 2009 sigue esta tónica. El consumo de cemento también se redujo por segundo años consecutivo, en este caso con un 41% de caída hasta los 1,3 millones de toneladas.
Las ventas tampoco van nada bien, y para muestra el otrora poderoso mercado de viviendas turísticas de la Costa del Sol. En el año 2008 fueron adquiridas aproximadamente unas 1.000 viviendas por parte de no residentes, lo que supuso un volumen de 240 millones de euros, aproximadamente el 8% de la inversión total española. Sólo tres ejercicios antes, en el año 2005, Málaga generaba el 40% de la inversión total española, con cifras mucho más contundentes: 2.215 millones de euros de inversión en 12.400 viviendas. Eran otros tiempos.

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