La empresa Hexa coordinará los trabajos de reparación de los tejados que contienen amianto · Las nuevas cubiertas llegarán a partir de hoy desde Valladolid
Dos semanas después de que el tornado destrozara las cubiertas de casi un centenar de edificios de las barriadas de Nuevo San Andrés y Cruz de Humilladero de la capital, operarios especializados comenzaron ayer a retirar los restos que aún quedaban con todas las medidas de seguridad que exige la normativa dada la peligrosidad para la salud de las fibras de amianto que contienen.
Los trabajos han empezado en la calle Cancho Pérez, una de las más afectadas por el paso del tornado, aunque de forma paralela se llevarán a cabo en los edificios de toda la zona para que la reparación sea homogénea.
En total se actuará en 89 edificios de los que en al menos seis bloques, los más pegados a las vías del tren, la cubierta tendrá que se sustituida por completo debido a los graves daños que ocasionó el tornado.
Los operarios encargados de su instalación, que serán coordinados por la empresa Hexa, se dividirán en cincos equipos de trabajo y trabajarán todos los días de la semana, incluidos los festivos, para que las personas afectadas puedan volver a la normalidad lo antes posible.
Según informaron a este periódico fuentes de la empresa, las cubiertas se irán reponiendo a medida que se quiten las antiguas placas de fibrocemento que resultaron dañadas, aunque dependerá de la disponibilidad del nuevo material que ha tenido que pedirse directamente a una fábrica de Valladolid.
Precisamente hoy está previsto que llegue el primer trailer con las nuevas cubiertas que se irán apilando en el colegio Félix Rodríguez de la Fuente hasta su colocación.
Las primeras estimaciones apuntan a que se deberán sustituir unos 16.500 metros cuadrados de placas que supondrán un coste aproximado de dos millones de euros.
Aunque en un principio se calculó que los trabajos podrían cumplir en el plazo máximo de un mes, la envergadura de las actuaciones hace pensar a los responsables que al menos hará falta un mes más.
Dos semanas después de que el tornado destrozara las cubiertas de casi un centenar de edificios de las barriadas de Nuevo San Andrés y Cruz de Humilladero de la capital, operarios especializados comenzaron ayer a retirar los restos que aún quedaban con todas las medidas de seguridad que exige la normativa dada la peligrosidad para la salud de las fibras de amianto que contienen.
Los trabajos han empezado en la calle Cancho Pérez, una de las más afectadas por el paso del tornado, aunque de forma paralela se llevarán a cabo en los edificios de toda la zona para que la reparación sea homogénea.
En total se actuará en 89 edificios de los que en al menos seis bloques, los más pegados a las vías del tren, la cubierta tendrá que se sustituida por completo debido a los graves daños que ocasionó el tornado.
Los operarios encargados de su instalación, que serán coordinados por la empresa Hexa, se dividirán en cincos equipos de trabajo y trabajarán todos los días de la semana, incluidos los festivos, para que las personas afectadas puedan volver a la normalidad lo antes posible.
Según informaron a este periódico fuentes de la empresa, las cubiertas se irán reponiendo a medida que se quiten las antiguas placas de fibrocemento que resultaron dañadas, aunque dependerá de la disponibilidad del nuevo material que ha tenido que pedirse directamente a una fábrica de Valladolid.
Precisamente hoy está previsto que llegue el primer trailer con las nuevas cubiertas que se irán apilando en el colegio Félix Rodríguez de la Fuente hasta su colocación.
Las primeras estimaciones apuntan a que se deberán sustituir unos 16.500 metros cuadrados de placas que supondrán un coste aproximado de dos millones de euros.
Aunque en un principio se calculó que los trabajos podrían cumplir en el plazo máximo de un mes, la envergadura de las actuaciones hace pensar a los responsables que al menos hará falta un mes más.
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