Al contrario que en la Carretera de Cádiz, Metro hará a la vez los trabajos en superficie del tramo de la línea 1 por esta zona y los acometerá en poco más de un año a partir de junio, para después seguir actuando bajo tierra. El plazo total será de 35 meses y costará 85 millones de euros
IGNACIO A. CASTILLO. MÁLAGA La calle La Unión, uno de los barrios más densamente poblados de toda Europa, también tendrá el metro a la vuelta de la esquina. Pero una obra de tanta envergadura se complica aún más cuando se ejecuta en una zona con tantos vecinos y comercios. En esta ocasión, los trabajos más molestos se ejecutarán en 14 meses, ya que Metro Málaga ha consensuado con los comerciantes de la zona que las obras en superficie se hagan a la vez, y no por fases, como se ha hecho en la Carretera de Cádiz con la línea 2.
Retrasado. Ya lo dice el refrán: "Más vale una vez colorado que ciento amarillo". La experiencia ha inclinado la balanza claramente hacia la opción de incomodar mucho pero poco tiempo y no al revés. "En la Carretera de Cádiz hay vecinos que llevan un año de obras pero la sensación que tienen es que llevan tres", reconocía ayer el propio Enrique Urkijo, director del proyecto del metro de Málaga, que confesaba sentir una gran satisfacción por poder iniciar el tramo subterráneo de la línea 1, después de acumular un importantísimo retraso. De hecho, el trayecto se contemplaba inicialmente por el Paseo de Los Tilos, aunque se modificó en 2006 para facilitar la construcción del intercambiador junto a la estación de Renfe.
Los desvíos de servicios afectados en el tramo Juan XXIII-Renfe comenzaron ayer y se prolongarán durante cuatro meses. A final de junio se cortará el tráfico y aparecerán las máquinas pantalladoras. Las obras en superficie se ejecutarán durante 14 meses, entrando en todos los tramos a la vez, para, posteriormente, empezar a trabajar bajo tierra "sin molestar arriba", precisó Urkijo. El plazo total es de 35 meses y la inversión alcanza los 85 millones de euros.
El director del Metro destacó que este tramo contará con dos estaciones importantes: la de calle La Unión, en la confluencia con Santa Marta, y la de Renfe, que, como recordó, incluirá un intercambiador importante, que conectará la estación de autobuses, el tren de Cercanías, el AVE y las dos líneas del suburbano.
Creación de empleo. Por su parte, la delegada del Gobierno andaluz en Málaga, María Gámez, hizo hincapié en los puestos de trabajo que, en estos tiempos de crisis económica, está generando las obras del metro, parándose en los trabajos del tramo Juan XXIII-Renfe, y que conllevará la creación de 642 puestos de trabajo directos e inducidos. Así, precisó que en dos meses se duplicarán los empleos vinculados a la ejecución de esta infraestructura, pasando de 1.380 a 3.100. Y es que, en abril, el 85% de la obra total de las dos líneas del suburbano estarán en ejecución.
El 16 marzo se empezarán los trabajos en el de Juan XXIII-Universidad y el 16 de abril en el de Renfe-Guadalmedina. La ejecución de las obras sólo quedaría pendiente del tramo Guadalmedina-Malagueta, cuyo proyecto se está redactando y que estará concluido en noviembre, aunque la obra no empezará hasta después de la Semana Santa de 2010.
IGNACIO A. CASTILLO. MÁLAGA La calle La Unión, uno de los barrios más densamente poblados de toda Europa, también tendrá el metro a la vuelta de la esquina. Pero una obra de tanta envergadura se complica aún más cuando se ejecuta en una zona con tantos vecinos y comercios. En esta ocasión, los trabajos más molestos se ejecutarán en 14 meses, ya que Metro Málaga ha consensuado con los comerciantes de la zona que las obras en superficie se hagan a la vez, y no por fases, como se ha hecho en la Carretera de Cádiz con la línea 2.
Retrasado. Ya lo dice el refrán: "Más vale una vez colorado que ciento amarillo". La experiencia ha inclinado la balanza claramente hacia la opción de incomodar mucho pero poco tiempo y no al revés. "En la Carretera de Cádiz hay vecinos que llevan un año de obras pero la sensación que tienen es que llevan tres", reconocía ayer el propio Enrique Urkijo, director del proyecto del metro de Málaga, que confesaba sentir una gran satisfacción por poder iniciar el tramo subterráneo de la línea 1, después de acumular un importantísimo retraso. De hecho, el trayecto se contemplaba inicialmente por el Paseo de Los Tilos, aunque se modificó en 2006 para facilitar la construcción del intercambiador junto a la estación de Renfe.
Los desvíos de servicios afectados en el tramo Juan XXIII-Renfe comenzaron ayer y se prolongarán durante cuatro meses. A final de junio se cortará el tráfico y aparecerán las máquinas pantalladoras. Las obras en superficie se ejecutarán durante 14 meses, entrando en todos los tramos a la vez, para, posteriormente, empezar a trabajar bajo tierra "sin molestar arriba", precisó Urkijo. El plazo total es de 35 meses y la inversión alcanza los 85 millones de euros.
El director del Metro destacó que este tramo contará con dos estaciones importantes: la de calle La Unión, en la confluencia con Santa Marta, y la de Renfe, que, como recordó, incluirá un intercambiador importante, que conectará la estación de autobuses, el tren de Cercanías, el AVE y las dos líneas del suburbano.
Creación de empleo. Por su parte, la delegada del Gobierno andaluz en Málaga, María Gámez, hizo hincapié en los puestos de trabajo que, en estos tiempos de crisis económica, está generando las obras del metro, parándose en los trabajos del tramo Juan XXIII-Renfe, y que conllevará la creación de 642 puestos de trabajo directos e inducidos. Así, precisó que en dos meses se duplicarán los empleos vinculados a la ejecución de esta infraestructura, pasando de 1.380 a 3.100. Y es que, en abril, el 85% de la obra total de las dos líneas del suburbano estarán en ejecución.
El 16 marzo se empezarán los trabajos en el de Juan XXIII-Universidad y el 16 de abril en el de Renfe-Guadalmedina. La ejecución de las obras sólo quedaría pendiente del tramo Guadalmedina-Malagueta, cuyo proyecto se está redactando y que estará concluido en noviembre, aunque la obra no empezará hasta después de la Semana Santa de 2010.
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