El consejero de Turismo, Luciano Alonso, aboga por mantener la actividad todo el año y por concesiones "definitivas"
LUCAS MARTÍN. MÁLAGA La asunción de las competencias relativas a los chiringuitos por parte de la Junta de Andalucía no significará una apuesta por el libre albedrío y la derogación de las intenciones de Costas. Según indicó ayer el consejero de Turismo, Luciano Alonso, los establecimientos tendrán que ajustarse a la ley, aunque precisó que no saldrán de la arena, ya que, en su opinión, "eso no es un chiringuito". La idea de la Administración autonómica se orienta a la concesión de licencias "con carácter definitivo" y a la apertura de los negocios durante todo el año, lo que, a su juicio, resulta perfectamente conciliable con la aplicación de la normativa. "Será una apuesta por la excelencia y la calidad", dijo.
El consejero, que convocó a los medios en un chiringuito de Torremolinos, abogó por excluir el asunto de la agenda del debate político y se quejó de la confusión existente en torno a las negociaciones. "En Madrid piensan que los chiringuitos están cerrados", puntualizó. Alonso se mostró convencido de que la situación se solventará favorablemente y aplaudió la transferencia de competencias, proceso que, presumiblemente, se hará efectivo en 2010. "Es magnífico que dependan de la Junta, que es la que conoce, vive y ama esto", agregó.
El representante de la Junta aseguró que las características de los chiringuitos andaluces son diferentes a las de otras zonas de España y se comprometió a tratar el tema con "más sensibilidad" a este tipo de espacios.
En cuanto a la situación inmediata de los establecimientos, subrayó dos puntos que, a su juicio, sirven para neutralizar la polémica. El primero hace referencia a las coordenadas previstas durante este verano, que no sufrirán ningún cambio y permitirán a los establecimientos continuar con su actividad habitual, mientras que el segundo, apunta a la visita del secretario general del Mar, Juan Carlos Martín Fragueiro, prevista para el próximo 26 de junio, en la que se analizarán las soluciones para cada uno de los establecimientos.
En este sentido, aseveró que la Junta estará presente y trabajará "codo con codo" para encaminar las negociaciones hacia la configuración de instalaciones "modernas y atractivas".
El responsable de Turismo también quiso mandar un mensaje de tranquilidad a los empresarios y resaltó que el traspaso de competencias no supondrá una dilación en la búsqueda de acuerdos. "Se seguirá con el calendario de Costas y se buscarán fórmulas más ágiles en las concesiones", abundó.
En su comparecencia con los medios, Luciano Alonso manifestó su repulsa a la confrontación política, que, según declaró, le hace un flaco favor a los intereses turísticos de la comunidad y confunde a los viajeros en un momento crucial para la industria como es la temporada alta.
Sus palabras no parecieron conmover al presidente andaluz del PP, Javier Arenas, que en su visita a Antequera volvió a avivar la polémica al definir la ley de Costas como "una cruzada del PSOE contra los chiringuitos".
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