El estudio Quark Arquitectos se alza con el Premio Junior de empresas. Apuestan por el reciclaje de materiales y las energías limpias en sus edificios
MIGUEL FERRARY. MÁLAGA Arquitectura bioclimática, respetuosa con el medio ambiente y que no malgaste recursos. Esta es la apuesta que realiza el estudio Quark Arquitectos, formado por tres malagueños que imprimen este sello en sus trabajos y que se alzó ayer con el Premio Junior de empresas, convocado por el Instituto Municipal para la Formación y el Empleo (IMFE).
Dotado con 6.000 euros, esta convocatoria cerró ayer su sexta edición reconociendo el trabajo de este estudio de arquitectura, que diseña edificios que apenas alteren su entorno y aprovechen los recursos disponibles. El ganador fue dado a conocer durante un acto en el Salón de Espejos del Ayuntamiento de Málaga, al que asistieron los doce finalistas de las 56 propuestas presentadas a este premio.
Finalmente, el jurado ha tenido en cuenta la innovación que supone la apuesta de Quark Arquitectos y la forma de aplicar los adelantos existentes para conseguir edificios menos agresivos y contaminantes.
Quark Arquitectos fue fundado en 2006 por Kusha Ghoreishi y Guillermo Casado, con la colaboración de Gonzalo García Hermoso. Su sede actual se encuentra en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), donde está uno de sus proyectos más emblemáticos, como es un edificio de oficinas al que han incorporado placas solares para calentar el agua, células fotovoltaicas para producir electricidad y un patio, basado en el modelo mediterráneo, con una fuente para refrescar el ambiente y relajar a los trabajadores con el sonido del agua. Aprovechan, incluso, las piezas resultantes de las pruebas de hormigón para sujetar taludes, evitando que se conviertan en un residuo más.
Kusha Ghoreishi, de origen iraní, explica que buscan edificios de arquitectura moderna, pero en el que mezclan soluciones clásicas con las nuevas tecnologías. El resultado es una arquitectura ´bioclimática´, que logre edificios "sostenibles, con una alta eficiencia energética y con una estética contemporánea", como señala Kusha Ghoreishi, quien indicó que también buscan inspiración en la Alhambra, en las termas romanas o en las torres del viento persa para aprovechar los recursos.
MIGUEL FERRARY. MÁLAGA Arquitectura bioclimática, respetuosa con el medio ambiente y que no malgaste recursos. Esta es la apuesta que realiza el estudio Quark Arquitectos, formado por tres malagueños que imprimen este sello en sus trabajos y que se alzó ayer con el Premio Junior de empresas, convocado por el Instituto Municipal para la Formación y el Empleo (IMFE).
Dotado con 6.000 euros, esta convocatoria cerró ayer su sexta edición reconociendo el trabajo de este estudio de arquitectura, que diseña edificios que apenas alteren su entorno y aprovechen los recursos disponibles. El ganador fue dado a conocer durante un acto en el Salón de Espejos del Ayuntamiento de Málaga, al que asistieron los doce finalistas de las 56 propuestas presentadas a este premio.
Finalmente, el jurado ha tenido en cuenta la innovación que supone la apuesta de Quark Arquitectos y la forma de aplicar los adelantos existentes para conseguir edificios menos agresivos y contaminantes.
Quark Arquitectos fue fundado en 2006 por Kusha Ghoreishi y Guillermo Casado, con la colaboración de Gonzalo García Hermoso. Su sede actual se encuentra en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), donde está uno de sus proyectos más emblemáticos, como es un edificio de oficinas al que han incorporado placas solares para calentar el agua, células fotovoltaicas para producir electricidad y un patio, basado en el modelo mediterráneo, con una fuente para refrescar el ambiente y relajar a los trabajadores con el sonido del agua. Aprovechan, incluso, las piezas resultantes de las pruebas de hormigón para sujetar taludes, evitando que se conviertan en un residuo más.
Kusha Ghoreishi, de origen iraní, explica que buscan edificios de arquitectura moderna, pero en el que mezclan soluciones clásicas con las nuevas tecnologías. El resultado es una arquitectura ´bioclimática´, que logre edificios "sostenibles, con una alta eficiencia energética y con una estética contemporánea", como señala Kusha Ghoreishi, quien indicó que también buscan inspiración en la Alhambra, en las termas romanas o en las torres del viento persa para aprovechar los recursos.
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