jueves, 18 de diciembre de 2008

Urbanismo ordena a Aifos paralizar las obras en la parcela de Gibralfaro (Málaga Hoy)

Argumenta la medida en que en los trabajos realizados por la promotora se ha talado un árbol que, según Parques y Jardines, tendría que haber sido trasplantado
La Gerencia de Urbanismo ha ordenado a la promotora Aifos la paralización de las obras iniciadas el pasado martes en la parcela que posee en la Cañada de los Ingleses, en las cercanías del Monte Gibralfaro. La determinación adoptada por el departamento municipal se produjo horas después de que el propio alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, admitiese las "pocas posibilidades" que había para impedir que continuasen la tala de árboles y los movimientos de tierra en estos terrenos que el Ayuntamiento quiere proteger y destinar a zona verde.

Frente a los malos augurios expresados por el regidor, los técnicos de Urbanismo se sacaron ayer un as de la manga. Sin argumentos urbanísticos para impedir el desarrollo de las actuaciones, decretaron la suspensión de las acciones al comprobar que en las tareas se ha talado un ejemplar de yucca elephantipes, que, de acuerdo con el informe de Parques y Jardines, tendría que haber sido trasplantado.

Por ello, se ha decretado la "inmediata suspensión" de la actividad conforme a lo establecido en los artículos 169 y 181 de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA). El primero de los preceptos alude a la necesidad de disponer de licencia urbanística para las talas en masas arbóreas y vegetación arbustiva, así como de árboles aislados, que sean objeto de protección, y el segunda la posibilidad de fijar una suspensión cautelar.

Aifos es propietaria de una parcela de 1.361 metros cuadrados en la Cañada de los Ingleses, donde tiene autorizada la construcción de siete chalés. No obstante, se ha saltado las advertencias municipales de que dicho suelo pasará a ser zona verde en el nuevo planeamiento. El inicio de los movimientos de tierra pareció pillar por sorpresa al equipo de gobierno del PP, que ayer por la mañana ignoraba cómo parar los trabajos, que tienen licencia de la Gerencia de Urbanismo, solicitada en abril de 1999 y aprobada por silencio administrativo, ya que los terrenos está calificados como residenciales en el PGOU de 1997.

El propio alcalde, Francisco de la Torre, admitía al ser preguntado que eran "pocas las posibilidades" de impedir la actuación, más allá de lanzarles una advertencia. "Saben que por ese camino no van a ninguna parte", dijo de manera contundente el regidor popular, quien recordó que la promotora "sabe" que en el nuevo Plan General ese suelo es calificado como zona verde.

Para dar sustento a su posición, Urbanismo quiere llevar a principios de enero la aprobación inicial del Plan Especial de Protección de Gibralfaro, en el que se recoge la protección de la parcela. Asimismo, no descarta acudir a la expropiación forzosa. Fuentes municipales dijeron que los cálculos realizados elevan a entre 2 y 3 millones de euros el desembolso que supondría la adquisición del suelo, valor tres veces inferior a lo que, al parecer, demanda la promotora.

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