miércoles, 14 de enero de 2009

El primer barrio verde de Madrid, en marcha (El Mundo)


Tendrá 706 pisos públicos de unos 70 metros de alquiler en edificios de dos alturas
Están dotados de placas solares, zonas verdes regadas con aguas pluviales, etc.
Se pagará un arrendamiento de 10,36 euros por metro cuadrado incluido garaje y trastero

La presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, ha presentado en Boadilla del Monte el primer barrio ecológico de la Comunidad, formado por 706 viviendas públicas de alquiler y dos alturas, al contrario, ha dicho, de las "altas torres y de las cajas de cerillas" del "urbanismo progresista".

La mayoría de estas viviendas sostenibles, ha explicado la presidenta, tienen dos dormitorios y 70 metros cuadrados. 227 estarán en la planta baja y cuenta con jardín propio y el resto son "dúplex". Entre ellas, hay 45 que tienen 60 metros y un dormitorio y no son "del tipo solución habitacional de la Trujillo", según Aguirre.

Los inquilinos de este primer barrio ecológico, que tardará algo más de dos años en construirse, pagarán un alquiler mensual de 10,36 euros por metro cuadrado -la cuarta parte que en el mercado libre de Boadilla- incluido garaje y trastero. O lo que es lo mismo, algo más de 620 euros al mes por un piso de 60 metros cuadrados.

Aguirre ha recalcado que la baja densidad del nuevo barrio obedece a una "decisión política" de su Gobierno pues "no queremos que los madrileños tengan que vivir en cajas de cerillas, en edificios de alta densidad que les gustan a algunos alcaldes".

A pesar de que, según ha confesado, no tiene "nada en contra" del "urbanismo en altura", la presidenta ha apostado por un urbanismo más humanizado, incluso para viviendas públicas como las que se van a construir en Boadilla. Éstas, están dotadas de iluminación de bajo consumo, placas solares para calentar el agua, calefacción y aire acondicionado centralizados y zonas verdes regadas con aguas pluviales.

Un barrio que, ha explicado, se levantará en suelo público de la Comunidad de Madrid que se cede en régimen de concesión y durante 40 años -el plazo máximo que permite la ley- a los promotores inmobiliarios para que construyan las viviendas y recuperen la inversión a través de las rentas mensuales de los inquilinos, que podrán alquilarlas por un máximo de diez años.

Se trata de los primeros pisos del Plan Alquila de la Comunidad, que contempla la construcción de 45.000 viviendas públicas -pero no protegidas ni con derecho a compra- sobre más de tres millones de metros cuadrados de suelo público, con un a inversión de 4.300 millones de euros y la salvaguarda de 108.000 empleos de la construcción.

"No se trata de regalar nada a nadie, sino de poner suelo público a disposición de los madrileños de cualquier edad, cuya renta familiar no supere en 7,5 veces el antiguo salario mínimo (unos 54.000 euros) y que carezcan de vivienda en propiedad", ha indicado Aguirre.

"Nosotros no compartimos la demonización de los constructores, a los que se llamaba 'gente del ladrillo'", ha asegurado la presidenta y ha añadido que las administraciones están "obligadas a ceder suelo" a las empresas constructoras que en estos momentos difíciles para el sector "tratan de mirar al futuro".

Además, ha recordado que la Comunidad aumenta de este modo su oferta de vivienda pública y que ya construye más pisos de este tipo que "Andalucía, Cataluña, Extremadura y Castilla-La Mancha, juntas y sumadas".

1 comentario:

  1. La edificacion en altura se ha demostrado ya en muchas ocasiones que es mucho mas sostenible que la dispersion por el suelo.

    Si la presidenta no tiene nada en contra de la edificacion en altura, ¿ por qué lo relaciona con vivir en cajas de cerillas?, ¿Por qué dice que ha preferido un urbanismo más humanizado?

    La edificación en altura no tiene por que ser en cajas de cerillas, no hay nada más que ver el 56 Leonard Street de los arquitectos Herzog y de Meuron(http://l3utterfish.blogspot.com/2008/11/3drender-de-56-leonard-street-de-los.html)

    El urbanismo en altura puede ser más humanizado, se pueden establecer muchas más relaciones sociales en un mismo edificio que en casitas sueltas en las que llegas con tu coche, te encierras y no sales más.

    Con esto no quiero decir que no vea bien la realización de este barrio verde, me parece fantástico, pero que los políticos, hablen de política y que dejen la arquitectura a los arquitectos.

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