

MIGUEL FERRARY
Son diez, pero podrían haber sido muchos más. La inquietud de muchos políticos por dejar su huella en la ciudad o las promesas de inversiones, como una forma de huida hacia delante, se encuentran detrás de muchos de estos proyectos, que dibujan una ciudad irreal e irrealizable, ya que el coste, la imposibilidad técnica o su inutilidad han hecho que queden escondidos en los cajones de técnicos y políticos.
Acudiendo a la historia más reciente, habría que recordar esa famosa Ciudad del Cine en Málaga, que iba a ser una nueva meca del séptimo arte y la propia Celia Villalobos, cuando era alcaldesa, defendió hasta el final.
Son propuestas que han quedado en el olvido, muchas veces interesado. Muchas de estas ideas nunca pasaron de ser meros planteamientos vacíos. El PP tiene en su haber dos de los más radicales y polémicos, aunque con idéntico resultado de no dar ningún fruto. El primero fue la famosa torre de telecomunicaciones en el Puerto, planteada en el año 2000. Doscientos metros de altura de estructura metálica en el que se reunían dos palabras que siempre seducen a los políticos: hito y tecnología. A eso aspiraba, aunque la única tecnología utilizada fue la del programa de dibujo para hacer algunos bocetos. Pese a todo se planteó que la empresa del World Trade Center estaría interesada. Casi nueve años después, nadie ha vuelto a hablar en serio de ella.
También del PP partió la idea de un gran puente que cruzara la bahía. Sería la gran ronda marítima que le falta a Málaga, pese a dibujar en el horizonte una estructura difícil de asimilar, que entorpecería el tráfico marítimo, sólo serviría para ir del Peñón del Cuervo al Guadalhorce y tendría un coste impensable. El resultado es que nadie se lo ha tomado muy en serio.
Tampoco parce muy fundamentadas otras dos ideas para resolver los atascos. Ambas partieron de la Gerencia de Urbanismo hace seis años. Una era horadar el monte Gibralfaro hacia el norte para crear un túnel que comunicara el Centro con el Limonar. La otra era hacer otro túnel bajo el Puerto, entre Muelle de Heredia y la calle Vélez Málaga, para peatonalizar así el paseo de los Curas. La peculiaridad era que el tráfico no iría bajo el muelle, sino por unos cajones adosados a éste y que en su interior acogiese el vial. Nunca se conocieron los estudios técnicos.
El tráfico es el gran problema de la ciudad y fuente de ideas. La posibilidad de implantar el tranvía fue resultado de la borrachera de promesas electorales del año 2007 y ahora nadie quiere retomar un proyecto poco viable. Algo parecido ocurre con un funicular para subir al Gibralfaro, en estudio desde 2001 e impulsado en 2007. Desde entonces, nada.
El encauzamiento del Guadalmedina, para su uso ciudadano, fue la estrella de las elecciones generales de 2000, avalada por Celia Villalobos. Nueve años de discusiones han hecho que se deje la decisión final a un informe técnico ante un posible riesgo de inundaciones.
En el Puerto el proyecto desechado lo fue por la polémica que significaba los 19 metros de altura de un multicine que quería construir la empresa Chelverton, que inicialmente iba a remodelar los muelle 1 y 2. Finalmente, se optó por cambiar empresa y proyecto.
El parque temático de atracciones es una de esas ideas de la que todos hablaron y nadie concretó. Warner estuvo interesada, pero a cambio de recalificar terreno.
La plaza de San Francisco no es el único ´eco conventual´ que queda en este rincón de Málaga, al otro lado de las antiguas murallas. El antiguo Conservatorio de María Cristina, cuya restauración ha terminado hace unos días, fue en su origen parte de un convento y, además, el actual edificio del conservatorio albergó otras instituciones.
Pero vayamos a los comienzos. Gracias a la ´Málaga conventual´ del profesor Francisco Rodríguez Marín, sabemos que el de los franciscanos fue de los primeros conventos levantados en Málaga. Aunque en un primer momento los Reyes Católicos dieron tierras a los frailes al otro lado del Guadalmedina, no las encontraron adecuadas y los Reyes les otorgaron un terreno junto a la muralla de la ciudad, donándoles además ladrillos y azulejos para levantar la obra.
Había hornos alfareros y ollerías en la vecindad, algo que provocó las protestas de los frailes por las molestias que causaban. Es conocida además la historia de que en 1612, los frailes pidieron que se abriera una puerta de acceso a la ciudad, situada a dos pasos del convento y que fue cegada por los musulmanes durante la conquista. El cabildo autorizó la apertura siempre que los franciscanos colocaran una puerta de madera y pagaran la vigilancia. La puerta se llamó el Arco de San Francisco. Otra curiosidad es que la iglesia albergó la cofradía de Jesús El Rico, que contaba con una capilla con bóveda de enterramiento.
La desamortización en 1836 trajo el abandono y el pillaje del edificio. Los terrenos (convento y huerta) pasaron a ser propiedad del gobernador-promotor Antonio María Álvarez, que levantó en el solar casas, una plaza de toros y unos baños.
Sin embargo, quedaron en pie algunas partes del convento y la antigua iglesia. Allí se alojó, a mediados del XIX, el Liceo Artístico y Literario de Málaga. La construcción sería reformada por Gerónimo Cuervo y José María de Sancha, terminando las obras en 1871.
Poco después, en 1876, la Sociedad Filarmónica, que celebró su primer concierto de música años antes en un almacén, cambia de sitio por el más digno del ´ex convento´, convirtiendo la capilla franciscana en sala de conciertos. Será el músico Eduardo Ocón quien proponga años después crear un conservatorio para ofrecer música de calidad a los socios y de paso formar a los futuros músicos. El conservatorio se instalará en la planta alta del Liceo y pediría al mayordomo mayor de la Reina la autorización para llevar el nombre de María Cristina.
Un año importante para el Conservatorio de María Cristina fue 1894, cuando la dirección general de Instrucción Pública incorpora la institución en la Escuela Nacional de Música y Declamación. Y en 1926, se reconoce la validez administrativa de los estudios musicales.
En el último tercio del siglo XX, en 1971, este ´templo de la música´ se vaciaría con el traslado del conservatorio al Ejido. En 1975, la antigua Caja de Ahorros de Ronda se hizo cargo de la restauración que realizó el arquitecto Enrique Atencia, antesala de esta última y esperanzadora rehabilitación del viejo ´convento de la Música´.
N. A. ESTEPONA El Ayuntamiento de Estepona tendrá lista en las próximas semanas la adaptación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1994, vigente en la actualidad, a la Ley andaluza del Suelo (LOUA). Así lo asegura el alcalde de la localidad, David Valadez, quien informó de que los técnicos municipales trabajan "de manera prioritaria" en este asunto. Según explicó el regidor, el documento cuenta con el visto bueno de la Junta de Andalucía ya que los técnicos de esta administración han colaborado en la adaptación del PGOU.
Este trámite permitirá la liberación de suelos para la construcción de nuevas viviendas protegidas, pero también permitirá que se puedan recepcionar varias urbanizaciones en la zona del extrarradio que estaban paralizadas, a falta de la adaptación a la LOUA.
Por otro lado, se evitará el cobro de los aprovechamientos urbanísticos que se venían exigiendo en la etapa anterior por parte del Ayuntamiento a los vecinos que habían solicitado una licencia de obra en el núcleo urbano, después de la aprobación del plan especial del casco antiguo. Estos aprovechamientos llegaban incluso a los 60.000 euros, algo que había provocado las quejas de los vecinos, ya que se trabaja de suelos urbanos consolidados.
Objetivos. El alcalde se ha fijado cuatro objetivos en materia de urbanismo para la localidad en el actual mandato. Se trata del centro comercial, el hospital de alta resolución, la citada adaptación del PGOU a la LOUA y la universidad. Valadez cree que será imposible terminar estos proyectos antes de que acaben los cuatro años de la actual corporación, pero espera que, al menos, estén lo más encarrilados posibles. Así, adelantó que las obras del Chare comenzarán después del verano.
Los efectos de los fondos anticrisis habilitados por el Gobierno central para minimizar los efectos de la mala situación económica en los municipios empiezan a dejarse notar en Málaga capital. A día de hoy, según los datos facilitados por la Gerencia de Urbanismo y el área de Economía del Ayuntamiento de la ciudad, están en fase de ejecución alrededor del 90% de los 136 proyectos autorizados por el Ministerio de Administraciones Públicas y que suponen que la capital sea en estos momentos una ciudad abierta.
La huella de las zanjas y de los movimientos de tierra son perfectamente visibles en numerosas barriadas de la urbe, tales como Vistafranca, Dos Hermanas, Barriguillas o Guadalmar, entre otras, en las que se ejecutan trabajos de urbanización y eliminación de barreras arquitectónicas, así como en la zona de Fuente Olletas, donde se trabaja ya en la conexión del conocido Vial de Cornisa, en el tramo comprendido entre el Camino de Colmenar y la Avenida Manuel Gorría. Y en el centro histórico, los cientos de peatones que transitan a diario por calle Larios acompasan su caminar al sonido de las máquinas que han roto el firme en las calles Fresca y Moreno Monroy. A apenas quinientos metros de esta localización, los operarios también dan forma ya a la remodelación del Puente de la Esperanza.
"Alrededor del 90% de las obras con cargo al Feil están ya en marcha", aseveró el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz Guirado, quien incluso apuntó que algunos de los trabajos "tienen un ritmo bastante importante". "Podemos destacar la agilidad con la que se están tramitando y los mínimos efectos que están teniendo para la ciudad. Es un ejemplo de coordinación entre las áreas, sin afectar a la vida cotidiana", apostilló. La previsión del edil popular es que en apenas una semana estén ya en marcha el resto de actuaciones pendientes.
De momento, como señaló Díaz Guirado, la incidencia sobre los ciudadanos es mínima, algo que el concejal de Movilidad, Juan Ramón Casero, justificó en que buena parte de las actuaciones a desarrollar son de "pequeña entidad". Casero confirmó que la afección en materia de tráfico es, en esta fase, nula y subrayó la existencia de contactos entre ambos departamentos para prever cualquier intervención y adecuar los itinerarios necesarios en las obras que afecten a una misma zona. "Lo que suele afectar más al tráfico es el transporte pesado, que, salvo en algunos sitios, no se produce en muchas de las localizaciones", comentó.
Los problemas no parece que se estén produciendo tampoco tras el inicio de los trabajos de remodelación de la carretera Azucarera-Intelhorce, única vía de acceso a los polígonos industriales de la capital y por la que circulan a diario miles de vehículos. Esta infraestructura es la que más inversión recibe de los Feil, con 4,9 millones, y estará en obras hasta finales de año.
La presidenta de la Asociación de Polígonos Industriales de la capital, Ana López, destacó la normalidad con la que se están desarrollando las tareas en esta vía, aunque admitió algún problema en el desvío del tráfico realizado hacia la vía de servicio. "Está todo organizado", aseveró.
Casero, insistió en que se está tratando de que las obras no afecten al mismo tiempo a todas las calles de una misma barriada, por ejemplo, aunque admitió ciertas dificultades por el plazo del que disponen las empresas para finalizar los trabajos. De acuerdo con el propio decreto que regula el Feil, las obras financiadas con estos fondos han de estar acabadas como muy tarde el 31 de diciembre de este año.
A fecha de hoy, el Ministerio de Administraciones Públicas ha abonado ya, según los datos oficiales del departamento, al Ayuntamiento de Málaga el primer importe de 110 obras, por un montante de casi 50 millones de euros. Según el decreto que rige la concesión de estos fondos, el primer abono se corresponde con el 70% del precio total de adjudicación. Los pagos en toda la provincia afectan a 514 proyectos de los 775 autorizados a los municipios malagueños, lo que representa el 66% del total.
Por su parte, la gerente de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP) de Málaga, Violeta Aragón, destaca que a día de hoy casi todos los proyectos contemplados en la provincia están en marcha, dados los limitados plazos que hay para ejecutarlos. "Algunas empresas nos transmiten ciertas dificultades porque los proyectos están incompletos, aunque eso no es lo normal", comentó. Aragón, además, mostró la expectativa que tienen los constructores de ver cómo van los pagos, ya que, según dijo "aún no se ha cobrado ninguna certificación". En este sentido, precisó que los trabajos se notifican cada mes, fijándose un plazo de 30 días para que los ayuntamientos abonen a las empresas el coste.
Aunque el parque sin vender asciende a 158.000 inmuebles en Andalucía, la Junta centrará las ayudas sólo en promociones de similares características a las de VPO, para lo que censará los grupos en julio.
Hasta mediados del año 2006, el ritmo de construcción de viviendas en Andalucía iba a acompasado con el de las ventas, y es que muchas promociones se llegaban a adquirir sobre plano. No sólo era un negocio redondo, sino supuestamente seguro. Era una cuestión de tiempo, claro. Pero desde entonces, el parque de inmuebles sin vender ha ido creciendo, de modo que el Instituto de Práctica Empresarial calcula en su último informe que en Andalucía hay 158.776 viviendas en stock. Málaga es la provincia más afectada, con 37.708, seguida de Sevilla, con 30.439. La Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio está dispuesta ahora a actuar sobre este enorme almacén de casas sin vender, pero con unos límites muy claros, porque se trata de liberar pisos o casas con características similares de precio a las VPO. No se trata, por tanto, de un plan de rescate del sector, aunque un tanto también, sino de favorecer el cumplimiento de la futura Ley del Derecho a la Vivienda, que garantiza el acceso a familias cuyos ingresos no excedan, en estos momentos, los 36.000 euros brutos anuales.
Es más, la Consejería de Vivienda no ha fijado su objetivo en ese stock de 158.000 viviendas. "Queremos saber -explicó el consejero Juan Espadas a este medio- cuántas de esas viviendas se corresponden a segundas residencias, cuáles son sus precios o si muchas de ellas están tan concentradas en áreas geográficas que no sirvan para practicar una política de vivienda". Así que el número de las que interesa a la Junta baja radicalmente. Las cajas andaluzas, por ejemplo, tienen unas 3.000 procedentes de clientes que han sufrido problemas financieros.
Por tanto, lo que hará la Consejería de Vivienda será abrir un registro de inmuebles para entidades financieras y promotores, aunque con unos límites claros y aún no del todo definidos. Fuentes de la Consejería explicaron a este medio que se centrarán en aquellas viviendas cuyos precios oscilen entre los 120.000 y los 150.000 euros, aunque, claro, también marcarán unos criterios para definir cómo se mide el precios, toda vez que un mercado donde no se mueve un piso es incapaz de dar información sobre ello.
Hasta el mes de julio, promotores y entidades financieras interesados en vender sus pisos y casas bajo estas características podrán registrar los inmuebles en este censo de la Junta. Hasta saber cuáles son estas cifras, ni la Consejería de Vivienda, ni sobre todo la de Economía, concretará cuáles son esas ayudas ni su cuantía, aunque se trataría de disminuir la carga financiera durante los primeros cinco años para facilitar las ventas.
El asunto ya fue tratado el pasado miércoles en la reunión que la consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo, mantuvo con los sindicatos y la patronal en el marco de negociación del VII Acuerdo de Concertación Social.
Lo que preocupa a la Junta es que la crisis inmobiliaria y crediticia le estropee el nacimiento de la Ley del Derecho a la Vivienda. El proyecto que permitirá a los andaluces acudir a los tribunales si la Junta o los municipios no les facilitan los planes de viviendas con los que garantizar el derecho constitucional ya ha sido enviado al Parlamento. Según los datos de la Consejería de Vivienda, sólo el 40% de las promociones de VPO que se autorizaron en 2008 ha contado con respaldo financiero, cuando lo normal, según su criterio, sería que alrededor de un 75% lograra créditos y de cajas y bancos.
Ante esto, la Consejería ha ideado dos medidas con las que pretende "desatascar" el flujo del negocio. La primero, adelantado el martes pasado, pasa por adquirir directamente parte de algunas promociones de VPO para darle solidez ante bancos y cajas. Esos pisos, adquiridos por la Empresa Pública de Suelo (EPSA) a los promotores, serían puestos en alquiler con una opción a compra. La segunda pasa por sacar viviendas de tipología social del actual parque de inmuebles sin vender.
El director del área municipal de Planeamiento de Marbella, investigado por estafa y receptación, asiste como ponente a un seminario en el que colabora el Ayuntamiento