El Ayuntamiento concluye la ronda de consultas con jóvenes, vecinos y hosteleros y tendrá un veredicto a principios de julio
El caso botellón está visto para sentencia. Tras una reunión con empresarios del Centro, el Área de Juventud del Ayuntamiento ha dado por concluida la ronda de contactos y la recopilación de impresiones de todas las partes afectadas -jóvenes, vecinos y hosteleros- por esta práctica. Si no hay contratiempos, el veredicto llegará a principios de julio, según explica el director de este departamento municipal, Mario Cortés.
La zona habilitada para hacer botellón los viernes y sábados, en el paseo de los Curas, no podrá continuar a partir de octubre, cuando la Autoridad Portuaria prevé que se produzca uno de los hitos más esperados de la historia reciente de la ciudad, la retirada de la valla metálica que separa este recinto de la ciudad. Se plantea ahora la disyuntiva de qué hacer con esta patata caliente, con dos opciones claras: prohibirla definitivamente o buscar un lugar alternativo para celebrar estos encuentros nocturnos.
Consulta pública
El Consistorio, a través de Juventud, comienza entonces a recabar información de todas las partes afectadas a fin de alcanzar una decisión consensuada. La postura de los vecinos del Centro y de zonas cercanas a espacios que podrían albergar esta actividad es patente y pasa por exigir el derecho al descanso, con independencia de que se pueda o no seguir bebiendo en un sitio que no moleste.
Para conocer la opinión de los jóvenes que hacen botellón se recurre a una encuesta, que contestaron 600 personas, y de la que se desprendía la exigencia de que estuviera cerca del Casco Histórico y la llamativa propuesta de trasladarlo al túnel de la Alcazaba (inviable por la afección al tráfico).
Los últimos en hablar han sido los hosteleros, que están claramente a favor de su plena prohibición. En este punto, la federación de empresarios 'Ahora Málaga' considera «una necesidad urgente» erradicarlo. Su presidente, César Román, ha solicitado una reunión con el alcalde, Francisco de la Torre, para tratar este tema.
Como alternativas, se han estudiado enclaves como el recinto ferial y la explanada de Martiricos, aunque ambos tienen claras desventajas, tanto por las molestias a los residentes como por el peligroso binomio alcohol-conducción. Si no se encuentra un lugar de consenso, el Ayuntamiento ha mostrado reiteradas veces su disposición a suspender esta práctica, y por el momento no suena ningún espacio que agrade a todos.
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