La investigación prueba el fuerte pulso interno entre Zamorano y Rafael Duarte por el urbanismo
El enfrentamiento abierto entre Rafael Duarte, concejal de Urbanismo procedente de la gestora de Marbella, y Francisco Zamorano, edil de Hacienda, era conocido por los principales imputados en el caso Astapa. Duarte habría paralizado varias actuaciones urbanísticas supuestamente irregulares de empresas de familiares de Zamorano y también comentó que en el Ayuntamiento "se cobraba por todo". Por su parte, Zamorano, Juan Simón y la misma concejal de Playas y Juventud y dirigente del PSOE local, Marisa Rodríguez, habrían estado buscando, según los investigadores, un "pasado turbio" a Duarte en Manilva y Marbella con el que conseguir que se marchara del Ayuntamiento o que fuera expulsado del partido. Sin embargo, la Policía cree que podría haber una dinámica de "extorsiones" por parte de José Flores, el jefe de gabinete de Barrientos, "en connivencia", entre otros con Patricia Rojo (directora del área de Urbanismo) y el propio Duarte. "Unas extorsiones frecuentes que tendrían como sujeto pasivo a personas con asuntos pendientes de ser resuletos por el Ayuntamiento. La forma de encubrir dicha extorsión se haría a traves de colaboraciones 'voluntarias' por parte de los interesados que adoptarían la forma de patrocinios o esponsorizaciones y que sufragarían distintos eventos", señala el informe.
Entre estos acontecimientos, destaca especialmente el Congreso Estepona, Ciudad del Periodismo, que según pudieron constatar los agentes, constituía una verdadera obsesión para el alcalde, Antonio Barrientos, por la promoción política que le daría un evento que inauguró el Rey.
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