El Ayuntamiento tendrá que rectificar algunos aspectos técnicos del Plan Director, lo que retrasará su puesta en marcha.
El plan director del Castillo de Marbella se retrasa. Prevista su puesta en marcha para este año, el documento destinado a reimpulsar el valor de este monumento del siglo X acumula ahora un nuevo retraso. La Junta de Andalucía ha echado momentáneamente para atrás el proyecto a la espera de que el Ayuntamiento de Marbella acometa una serie de correcciones técnicas.
Así lo aseguró a este periódico el delegado provincial de Cultura de la Junta, Manuel Jesús García, quien evitó pronunciarse sobre la fecha en la que comenzará a desarrollarse definitivamente el plan. Eso sí, García insistió en que el de Marbella no es el primero ni el último documento de estas características que no logra el visto bueno de la administración autonómica a las primeras de cambio.
Se abre ahora otro plazo de tiempo indefinido en el que el Ayuntamiento deberá proceder a realizar esas rectificaciones. Incluso tendrá oportunidad de presentar alegaciones sobre los aspectos del nuevo dictamen de la Junta con los que no esté de acuerdo.
Base de actuaciones
Todas estas cuestiones complican sobremanera que el Plan Director esté listo para 2010, la fecha en principio fijada para conocer de primera mano el estado real de la edificación y las medidas necesarias para frenar su progresivo deterioro. Además, completadas estas dos fases, será la Comisión de Patrimonio de la Junta de Andalucía la que apruebe un documento que servirá de base para las distintas actuaciones que tengan al Castillo, Bien de Interés Cultural (BIC), como centro de operaciones. «Parece que desde la Junta han puesto algunas peguillas a este Plan Director que tendremos que solucionar», valoró la concejala de Cultura, Carmen Díaz, quien aseguró que el gobierno municipal está todavía a la espera de que la Junta le devuelva un proyecto financiado al cien por cien por el Ayuntamiento y encargado a una empresa especializada.
Sin embargo, a juicio del delegado provincial de Cultura, conviene esperar porque las ventajas de contar con el proyecto serán muy importantes, sobre todo dos: facilita el trabajo a la hora de pedir autorización a la Junta para actuar en el monumento como administración competente respecto a su estudio y la posibilidad de abordarlo en su conjunto desde la arquitectura o la arqueología, con una visión integral, más armónica, que evita la actuación parcial.
«El Plan Director viene a ser una especie de guía que establece qué cosas se pueden hacer y cuáles no en el monumento y su entorno», resumió García.
En este sentido, el delegado provincial precisó que a partir de su puesta en marcha, la intervención en el Castillo no dejará de lado la vertiente arqueológica, la descontaminación visual y perceptiva del entorno o los estudios adicionales que pudieran existir. Aunque no lo reconoció abiertamente, de alguna manera estos son los aspectos técnicos que no habrían sido tenidos en cuenta del todo por el Ayuntamiento.
«Todo estará contemplado antes de actuar», reiteró el delegado provincial de Cultura. Un Plan Director que, con una vigencia de entre 12 y 15 años, también prevé dos excavaciones en el casco antiguo que se antojan fundamentales para indagar en el origen de la ciudad y su desarrollo: en concreto en el colegio Nuestra Señora del Carmen y en la actual sede de la empresa Sevillana-Endesa.
La importancia del Plan Director va más allá del propio Castillo. Otros monumentos del término municipal también se verán beneficiados de su vigencia, como la basílica paleocristiana Vega de Mar y la villa romana de Río Verde.
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